(Por Prof. Fernando “Cocó” Maineri)
El entrenamiento físico adecuado para la participación deportiva debe preparar al deportista para un rendimiento óptimo, a la vez que le ayude a prevenir lesiones inherentes al deporte. La preparación física preventiva de lesiones debe incluir la participación de la FUERZA, FLEXIBILIDAD, RESISTENCIA Y CORRDINACION MUSCULAR entre todas las capacidades físicas.
El acondicionamiento físico es una tarea de TODO el año.
La preparación física debe seguir el principio de ADAPTACION a las demandas. Debe trabajar para conseguir un cuerpo con la menor grasa posible, adecuado a su deporte.
La flexibilidad es un atributo necesario para el éxito en la mayoría de los deportes, aunque si es excesiva se pueden producir lesiones articulares, mientras que si es demasiado baja aparecen desgarros o tirones musculares
La fuerza es la capacidad para ejercer una fuerza o realizar un trabajo frente a una resistencia. Existen numerosos medios para conseguir el desarrollo de la fuerza, incluyendo la contracción isométrica, isotónica e isocinética. El ejercicio isocinético genera energía calórica por contracción forzada del musculo en una posición estable, que no produce cambio de longitud muscular. Los ejercicios isotónicos incluyen el acortamiento y alargamiento del musculo en un rango motor completo. El ejercicio isocinético incluye el acortamiento y alargamiento del musculo, haciendo que se mueva una parte del esqueleto por ejercicios con acomodación de la resistencia. Los ejercicios pliométricos maximizan el estiramiento reflejo, alargando primero un musculo y acortándolo inmediatamente contra resistencia.
El exceso de ejercicio puede producir dolor muscular o lesiones que incluyen el dolor agudo, crónico, rigidez muscular y calambres. Los músculos que presenten signos de exceso de ejercicio dejaran de funcionar adecuadamente, haciendo al deportista propenso a lesiones.
La resistencia es un factor necesario en la mayoría de las actividades físicas, es la capacidad de soportar una actividad prolongada, que implique tanto al sistema cardiorespiratorio como al muscular.
Cada vez es más frecuente la participación infantil en el deporte, es necesario tener presente los procesos de maduración física, evitando lesiones, psicológicas y neurales para que vaya asimilando progresivamente los procesos de enseñanza aprendizaje.
Un deportista demasiado joven se convierte en adulto y pronto en un joven “viejo”, es por eso la importancia de la progresión en todas las funciones no solo del deportista sino del SER HUMANO, de la PERSONA por un recorrido largo de actividad física.
Y así poder disfrutar de cada día el ejercicio como fuente de vida y salud, física, mental y social.