30 Abr 2025
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Nueve de Julio

El Editorial del Lobo

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La designación de Federico Aranda como Secretario de Gobierno de la administración Gentile tiene dos aristas bien delineadas: la primera es política y la segunda mediática, cuyo objetivo es enmudecer algunas voces de este multimedio. Veámoslo. Como en el deporte, en la vida los apuros pocas veces salen bien. Recordemos la necesidad de hacer debutar a Roberto Oscar «Rocky» Defooz en el mítico Luna Park, que llegaba esa noche de sábado invicto, con cuatro victorias en su haber, para enfrentarse con el experimentado riocuartense Roque Raúl Bianco. Nadie dudaba en ese momento que Rocky era lo mejor que había parido el boxeo nuevejuliense y el clan Ferrario. Pero la realidad es que lo apuraron y la urgencia salió mal.

Con esto no estoy dudando de la calidad humana y profesional de Federico Aranda. Planteamos que el cargo implica reticencia al cambio, complejidad de los proyectos, limitaciones de tiempo y circunstancias fácticas muy difícil de modificar.

Por supuesto que al autor ideológico de esta maniobra política poco le significa el futuro político y personal del flamante Secretario de Gobierno. Solo le importa el porvenir de su propio espacio. Siendo insoslayable apuntar que todos, absolutamente todos, los referentes anteriores de ese espacio político están refugiados sin ninguna chance de ser rescatados.

Como referencia podemos decirle al profesor de geografía nacido en el año 1993 que nunca nadie se arrepiente de ser valiente. Ahora bien, si se da cuenta que se subió al tren equivocado, que se baje en la estación más cercana, porque cuanto más tarda en bajarse, más caro será el viaje de regreso. La vida siempre te avisa antes.

Más allá que siga hasta fin de mes, párrafo aparte merece la emoción – habló desde las entrañas – con que Guillermo, el papá de Federico, se despide del programa “Temprano para todos”, la voz más escuchada de 9 de Julio en la franja horaria de 8 a 9 de la mañana – pase incluido con Juan Jara de “Un Plan Perfecto”– Y como suscribimos precedentemente, esta designación apunta también a silenciar una voz analítica y crítica de la gestión oficialista porque, con absoluta coherencia tal cual como lo ha manifestado, obliga a Guillermo Aranda a dar un paso al costado. Afirmando con muy buen tino «no se puede estar de los dos lados del mostrador».

Concluyendo, no están pensando en el futuro de Federico Aranda, por eso vamos a ver si la jugada es «magistral» o si es un sacrificio «inútil». Es cierto que el movimiento impacta, pero el sacrificio puede ser prematuro y, muchas veces, termina haciéndonos perder la partida.

Reflexión Final

El cargo fue ofrecido a diferentes personas, algunos referentes políticos con varias horas de vuelo, y lo rechazaron. La coyuntura es muy difícil de cambiar, por eso escupieron el dulce. El joven conoce la reglas, el viejo conoce las excepciones. Pero el hecho de tener conocimiento de las excepciones no implica que no se equivoque. Simplemente esta instancia amplía el horizonte de oportunidades para sobrevivir un tiempo más. Cierro con el título editorial del lunes pasado: “La vida es una estructura de andamio y azar”. Si dudan pregúntenle a Federico.

 

EL LOBO

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