O andar con la cuchara cuando llueve sopa (parte 1)
(Por Lic. Hugo Merlo)
Seguramente conocemos personas preparadas, receptivas y sagaces, capaces de encontrar con frecuencia resultados mejores que los que buscan o se proponen. Son Serendipicos, dependen de una forma de utilizar los recursos cognitivos y de una actitud frente a los acontecimientos.
Dentro de este comportamiento, muy importante, es la facultad cognitiva tenemos los individuos y que llamamos serendipia que nos lleva a lograr resultados aparentemente fortuitos, pero no por azar, sino de un proceder que puede ser ejercitado y aprovechado.
Entonces la serendipia podemos ejercitarla y aprovecharla de manera individual, pero lo que nos interesa especialmente es que las organizaciones de cualquier tipo (empresarias, educacionales, académicas, científicas, sanitarias , etc.) también pueden crear espacios , tiempos y estructuras para la improvisación, que generen potenciales serendípicos en sus colaboradores.
A veces cuando enfrentamos un suceso o resultado favorable, prestamente se lo atribuimos a la suerte, y suponemos que no hemos hecho nada para merecerlo ,son las personas que creen en la suerte. Por otro lado están los que creen en el azar, que en cuando estamos hablando de Serendipia es un concepto diferente a la suerte.
Entremos un poco más en la Serendipia
Una cuestión de actitud
Dos posturas, suerte o azar, son dos actitudes diferentes para enfrentar cualquier acontecimiento que implique obtener resultados.
Los que creen en la suerte toman una actitud pasiva, y dicen – me sucede lo que me tiene que suceder…. bueno o malo, es una creencia.
Otros con una actitud más activa, – lo que me puede suceder depende del azar por lo tanto debo estar preparado para aprovecharlo cuando me favorezca….son personas que toman decisiones tratando de que la aleatoriedad se incline hacia su lado…la suerte es de quien la busca, piensan. Son los que justo andan con una cuchara el día que llueve sopa .
El imperio de al incertidumbre
Una actitud muy importante es sentir frente a determinadas cuestiones, la incomodidad, la duda, la problemática, la incertidumbre que nos lleva a buscar una solución que elimine el malestar, o sea una conclusión. Pensamos reflexivamente con nuestro bagaje de información pero también imaginamos y ahondamos en otro tipo de pensamientos las creencias, siempre hacia adelante, la serendipia se nutre de estos saltos.
Lo que mueve y forma nuestros pensamientos es la curiosidad, la capacidad de cuestionar lo que se sabe, averiguar lo que no se sabe, explorar lo que se considera imposible de saber, hay conocimientos que nos serían útiles, pero no sabemos ni que existen.
Y sumemos ahora la intuición, que son pensamientos, pero sin tener que recurrir a deducciones y nos permite tomar decisiones rápidamente sin detenernos a observar, ni comparar. Es la capacidad de resolver problemas cuando zozobra la racionalidad, lejos de asegurarnos exactitud, no dice ¡agarra la cuchara y salí !
Cuando encontramos “un suertudo” con hallazgos supuestamente casuales, no buscado…ha transitado ese camino.
Causalidad vs Casualidad
Cualquier evento que suceda puede definirse en términos de causa-efecto y puede explicar la lógica de lo que sucede a nuestro alrededor. Pero debemos tener precauciones, de no caer en FALACIAS CAUSALES y INFERENCIAS CAUSALES.
Hay que estar precavidos
No siempre si algo ocurre después de eso, entonces ocurre por eso. Falacia
No siempre si algo ocurre con eso entonces ocurre por eso. Sesgo causal
El individuo aliado a la Serendipia, posee la sensibilidad precisa para sorprenderse con el significado de la casualidad, es sensible y tiene la sagacidad para encontrar lo valioso de sus descubrimientos accidentales
La seguimos…