(Por Juan Manuel Jara).Este sábado 6 de agosto se celebra el dia del Veterinario. A modo de homenaje buscamos a uno de ellos para que nos cuente como es ser médico de animales.
– Algunos atienden a perros y a gatos. Otros controlan la fiebre a vacas, caballos y otros animales rurales. Están aquellos que le toman el pulso a las ballenas. Y también aquellos que se ocupan que ese animal exótico no se resfríe. Pero todos son lo mismo. Son médicos veterinarios, los que se ocupan de mantener sanos y en forma a los animales.
Juan Ignacio Charaf es uno de ellos. Esta en la profesión oficialmente desde hace 8 años, fecha en que egresó de la Facultad de Veterinaria en Tandil. Pero llevaba su destino marcado desde la cuna.
SE– ¿Por qué elegiste ser veterinario?
JICH- Por mi padre, él es veterinario y además productor agropecuario así que es un ámbito que conozco de chico. Quizás en algún momento dudé por ser guardaparque pero bueno, siempre en relación a la naturaleza.
SE.- ¿Ser veterinario es cómo te lo imaginabas?
JICH.- Sí, te diría que hasta mejor. Lo que a uno más lo mantiene motivado, son las urgencias. Por ahí, cuando era chico, yo acompañaba a mi viejo a hacer una cesárea que era toda una aventura. Y hoy en día, tenés tantas cosas para hacer y para brindar a tanta gente, porque no solo es lo uno puede hacer por la salud del animal, sino también la relación con el empleado rural, la relación con el dueño. Y después también te das cuenta lo amplia que es la Carrera, las posibilidades de trabajo, no solo de pequeños o grandes animales. En realidad, vos trabajás para brindarle a un montón de personas y animales alimentos de calidad, buena vida para las mascotas. Es apasionante.
SE- ¿Hace siete años que venís siendo parte de la guardia veterinaria en la Expo de Palermo. ¿Cómo es ese trabajo?
JICH: Es algo recontra intenso. Somos un equipo de veterinarios que atendemos todas las urgencias que ocurren en la Expo. El hecho de trabajar con animales de determinado valor te genera la obligación de perfeccionarte en lo que hace a la clínica, que no es fácil, porque no es lo mismo que atender un caso similar en el campo. En Palermo tenés la posibilidad de monitorearlo permanentemente. Las patologías que se presentan en la Rural son distintas, por eso es algo intenso, que te genera una adrenalina especial, estás tratando con animales que cuestan 500 mil pesos….hay que manejar el temperamento de uno, del cabañero, del cuidador…es algo distinto.
Cerca de 50 son los veterinarios en el Partido de 9 de Julio. Y ahí quisimos saber si el mito es realidad: hay pica entre los de grandes animales y los que se dedican a mascotas? Entre risas Charaf lo dibujó bastante bien, elegantemente. Pero podemos decir, con certeza, que en un picado, los veterinarios de mascotas juegan en un equipo y los demás en el otro.
De todas maneras, bromas aparte, todos realizan trabajos importantes enfocados en la salud animal. Algunos atienden animales individuales y otros manejan grandes poblaciones de producción.
Hoy, Veterinaria es una carrera que de a poco va creciendo. Charaf tiene de referencia la Universidad de Tandil, en donde se graduó. Cuando el ingresó, fueron 300 alumnos y se graduaron 120. Hoy, entran 400 y se reciben 150 , aproximadamente. Pero trabajo hay para todos, depende del empuje del veterinario. Si uno se mueve, hay mucho para hacer, siempre teniendo el Pais todo como escenario.
Recordando cual había sido su primer trabajo en la profesión, Charaf conto que “ fue una cesárea en el campo de un amigo…por suerte todo salió bien…pero aun me acuerdo lo que me temblaban las piernas!!”’
¿Y lo más complicado? “Y, algún caso en Palermo, de esos que tenés que atender uno de esos grandes animales que tienen mucho valor…y tenia 5,6 tipos atrás mirando cada cosita que le hacías, o que le dabas…ahí tenés que tener la base bien firme porque si no te tiembla como si fuera el primer caso que trataste.”
El 6 de agosto se celebra su día, en recuerdo de la apertura de la primer carrera de veterinaria en el país. Un día para agasajar a los que cuidan a nuestros animales.