En el Día Mundial del ACV, un accidente cerebrovascular que afecta a una persona cada cuatro minutos. La prevención y la rápida atención permiten salvar vidas.
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el ACV, una de las principales causas de discapacidad y segunda de muerte en Argentina. En nuestro país, afecta a una persona cada cuatro minutos, con más de 18.000 muertes por año, y la prevención es esencial para reducir los impactos de esta grave patología.
¿Qué es el ACV y cómo afecta a los argentinos?
El accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se ve interrumpido, ya sea por la obstrucción de una arteria (ACV isquémico) o la ruptura de un vaso sanguíneo (ACV hemorrágico). En Argentina, el ACV es la primera causa de discapacidad y la segunda causa de muerte, y afecta especialmente a personas mayores de 45 años, generalmente asociadas a factores de riesgo como la hipertensión, el tabaquismo y la diabetes.
En el país, entre 40.000 y 60.000 personas sufren un ACV cada año, y se estima que uno de cada cuatro individuos a nivel mundial podría experimentar un episodio a lo largo de su vida. El impacto es significativo: una persona en Argentina sufre un ACV cada cuatro minutos, y la cifra anual de fallecidos por esta causa supera los 18.000. Según el Dr. Pablo Verón, neurólogo de una importante institución nacional, conocer los síntomas y actuar rápidamente ante uno es primordial para minimizar las secuelas.
Síntomas, prevención y cómo actuar ante un ACV
Entre los signos más comunes están la debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o entender, problemas de visión y pérdida de equilibrio. Para facilitar su detección, se utiliza la regla de las «5 C»: Cabeza (dolor intenso), Cuerpo (debilidad), Confusión (dificultad para expresarse), Ceguera (visión borrosa o pérdida repentina) y Caminata (problemas para caminar).
La prevención del ACV es posible en un 80% de los casos con cambios en el estilo de vida. En Argentina, se recomienda controlar la presión arterial, el colesterol y la diabetes, dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, llevar una dieta saludable baja en sodio y grasas y hacer actividad física de forma regular. También es importante controlar las enfermedades crónicas como la diabetes: el 22% de las personas que sufren ACV en el país son diabéticas, lo que aumenta su riesgo.
Si alguien experimenta síntomas de ACV, es fundamental acudir a una guardia médica de inmediato. Existe una ventana de 4 horas y media para tratar un ACV isquémico con trombolíticos, medicamentos que pueden disolver coágulos y mejorar las chances de recuperación sin secuelas. La rehabilitación y el tratamiento en unidades especializadas también mejoran las posibilidades de una recuperación óptima.
(Urgente 24)