A pesar de los alcances que se han tenido en la respuesta a la Tuberculosis (TB) en el mundo, que es 100% curable, sigue cobrando miles de vidas. Según la Organización Mundial de la Salud, 1.3 millones de personas murieron por esta causa en 2022, incluidas 167,000 personas que vivían con VIH. Sobre este punto, la Tuberculosis es una de las principales causas de muerte entre las personas con VIH ya que en conjunto aceleran su evolución; por lo que acceder al tratamiento adecuado de manera oportuna es fundamental para detener su avance.
«La tuberculosis existe, y aproximadamente cada 8 horas muere una persona en Argentina. Aunque existen los tratamientos y son gratuitos, lamentablemente no todas las personas acceden a los mismos. Muchas veces por falta de información o por barreras en el acceso al servicio de salud», indica el Dr. Miguel Pedrola, Director científico para LATAM y el Caribe de AHF (AIDS Healthcare Foundation).
Para reducir las muertes por Tuberculosis, la OMS recomienda adoptar un enfoque basado en 12 componentes para las actividades colaborativas contra la tuberculosis y el VIH, incluidas las medidas de prevención y tratamiento de la infección y la enfermedad. “El mundo está pensando en terminar con la Tuberculosis mientras que todavía en Argentina estamos dando los primeros pasos en el recorrido», señala Pedrola.
En 2022, la tasa de incidencia de la TB en la región de las Américas fue de 31 casos por cada 100,000 habitantes, esto es un crecimiento del 13% comparado con la línea base de 2015 que era de 27.5 casos. Según estimaciones de la OMS, las muertes por TB también aumentaron 40% en el mismo periodo: en 2022 fallecieron unas 35,000 personas equivalente a 3.4 por 100.000 habitantes, de las cuales 11,200 (31%) de personas viviendo con VIH.
Los avances son pocos y no sostenidos. Aunque aumentó el porcentaje de casos diagnosticados mediante pruebas rápidas recomendadas por la OMS, de 13% a 40% (de 2015 a 2022), la cobertura de tratamiento anti-TB disminuyó de 81% a 74%. Además, la tasa general de éxito en el tratamiento cayó del 76% al 72%. Y la tasa general de letalidad de la TB en la región aumento del 7% de los casos al 9%.
Una de las principales barreras para la erradicación de la Tuberculosis es lo largo de los tratamientos con medicamentos tradicionales, como la Rifampicina y la Isoniacida, que puede demorar hasta 9 meses en completarse, y, en el caso de Tuberculosis multidrogorresistente puede incluir inyecciones dolorosas diariamente y periodos de curación de hasta 2 años, por lo que AIDS Healthcare Foundation se une a la voz de la Organización Mundial de la Salud para que los gobiernos tomen acción para adoptar los tratamientos cortos, que eleven la tasa de curación de las personas.