28 de diciembre, Día de los Inocentes, recordando cuando Herodes masacró bebés. ¿Qué cambió que ese momento macabro quedó atrás y celebramos haciendo bromas?
(por Germán Molkuc)
El 28 de diciembre es el Día de los Inocentes, una fecha donde la historia y la tradición se conjugan para mezclar el duelo religioso con humor. Este día refleja cómo las culturas resignifican sus celebraciones a través del tiempo, dejando atrás la masacre de niños por el rey Herodes al ingenio de las bromas que hoy provocan risas.
El origen del Día de los Inocentes: Una tragedia convertida en conmemoración
Las raíces del Día de los Santos Inocentes (o simplemente Día de los Inocentes) están profundamente ligadas a un episodio bíblico narrado en el Evangelio de Mateo. Según lo que se cuenta, Herodes, el rey de Judea, se sintió amenazado por el nacimiento del «rey de los judíos» como le habían anunciado los Reyes Magos, así que ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén para destruir al futuro Mesías.
A este hecho se lo conoció como la «Masacre de los Inocentes», uno de los episodios más oscuros asociados a la Navidad, que la iglesia empezó a recordar en homenaje a los pequeños como mártires, considerados las primeras víctimas en defensa de la fe cristiana. Pero ya en el siglo V, la iglesia occidental separó esta conmemoración de la Epifanía (o Día de Reyes), asignándole el 28 de diciembre como fecha oficial.
Al principio, durante esta jornada se realizaban misas de luto y oraciones en honor a las madres de Belén, e Incluso se instauró un día de ayuno en Roma. Pero entrada la Edad Media, la festividad se integró con las «Fiestas de los Locos», en la que los monjes y los clérigos jóvenes tomaban roles de autoridad, celebrando con disfraces, procesiones en reversa y canciones burlonas. No pasó demasiado tiempo hasta que estas prácticas fueran condenadas por la iglesia en el Concilio de Basilea (en 1431), pero a pesar de las restricciones, se mantuvieron vivas durante varios siglos.
¿Cómo llegamos a las bromas?
Con el tiempo, el carácter solemne de esta festividad dio paso a una transformación más alegre en el mundo hispano. Aunque no existe una conexión directa y documentada, se cree España y América, donde el Día de los Inocentes se convirtió en una jornada dedicada a las bromas, heredaron el espíritu lúdico de las «Fiestas de los Locos».
Es así como, cada 28 de diciembre, se gastan bromas que pueden ser noticias falsas publicadas por los medios o trucos entre amigos y familiares. Sea cual sea la humorada que se utilice, los bromistas suelen revelar la verdad con expresiones como «¡Inocente palomita que te dejaste engañar!» o «Que la inocencia te valga», seguido de las carcajadas entre quienes cayeron en la trampa.
En América Latina, la tradición varía según el país: en Argentina, por ejemplo, los amigos y familiares se hacen chistes entre sí o bromas inofensivas, mientras que en México, es común que los más chicos pidan «prestado» dinero o cosas a los mayores, para luego devolverlas diciendo que era una broma. Por otro lado, en España, como en ciertas regiones de Murcia y Valencia, el Día de los Inocentes también se celebra con desfiles, disfraces y actividades donde se mezcla el humor con la sátira social. (Urgente 24)