El Día de la Soberanía recuerda la gesta de 1845 frente a Inglaterra y Francia, reafirmando el derecho de Argentina a controlar sus recursos.
Cada 20 de noviembre, Argentina recuerda la batalla de la Vuelta de Obligado, un enfrentamiento ocurrido en 1845 que se convirtió en símbolo de la resistencia nacional. En aquel entonces, la Confederación Argentina, liderada por Juan Manuel de Rosas, se enfrentó a las flotas de Inglaterra y Francia, dos de las mayores potencias mundiales de la época, que buscaban imponer la libre navegación de los ríos argentinos para facilitar sus intereses comerciales y estratégicos.
La batalla no solo fue una lucha por el control territorial, sino una reafirmación del derecho de los argentinos a decidir sobre sus recursos naturales y económicos. Aunque las fuerzas argentinas eran menores en términos de recursos y tecnología, la resistencia que opusieron se transformó en un emblema de unidad nacional.
El enfrentamiento tuvo lugar en un contexto en el que los ríos eran vías estratégicas para el comercio y la comunicación. Inglaterra y Francia intentaban acceder a ellos sin restricciones, mientras que el gobierno de Rosas buscaba mantener la soberanía sobre estas rutas clave. En Vuelta de Obligado, los argentinos colocaron gruesas cadenas atravesando el río Paraná, reforzadas con baterías de artillería en las orillas, para impedir el paso de las flotas extranjeras.
Aunque las potencias extranjeras lograron finalmente avanzar, la batalla sirvió para evidenciar el espíritu combativo de los argentinos y reforzar la legitimidad de la soberanía sobre sus ríos. Además, marcó un punto de inflexión en la relación con estas naciones, que comenzaron a reconocer la autonomía de Argentina en sus territorios y recursos.
El reconocimiento oficial de la fecha
El valor simbólico de la batalla de la Vuelta de Obligado comenzó a ser reconocido institucionalmente a partir de 1974, cuando el historiador José María Rosa promovió su importancia como un evento fundamental de la historia nacional. Durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, se declaró como una fecha emblemática en el calendario argentino.
Años más tarde, en 2010, la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner reforzó su importancia al establecer el 20 de noviembre como feriado nacional. Este reconocimiento buscó no solo honrar a quienes lucharon en 1845, sino también promover la reflexión sobre la soberanía como un valor esencial para el país.
El traslado del feriado en 2024
Aunque la fecha conmemorativa está fijada en el 20 de noviembre, la Ley 27.399 permite trasladar los feriados para favorecer fines de semana largos. Este año, el feriado se adelantó al lunes 18 de noviembre debido a que el 20 caía en miércoles. La medida tuvo como objetivo incentivar el turismo interno y dinamizar sectores como la hotelería, la gastronomía y el transporte.
El traslado del feriado refleja una política que busca equilibrar el homenaje histórico con el impacto económico positivo que generan los días no laborables extendidos. A pesar de este cambio, la esencia de la conmemoración permanece intacta.
La Vuelta de Obligado como símbolo de resistencia y unidad
La batalla de la Vuelta de Obligado no solo representó un episodio militar, sino también un recordatorio de la importancia de la soberanía nacional. Este enfrentamiento reafirmó el derecho de Argentina a decidir sobre su territorio y recursos, un principio que sigue siendo fundamental en el presente.
(Grupo La Provincia)