La incidencia de cáncer pediátrico es aproximadamente de 140 nuevos casos por cada 1 millón de niños de entre 0 y 14 años.
Cada 15 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil, con la intención de mejorar la accesibilidad al diagnóstico y tratamiento preciso y a tiempo, incluyendo atención psicológica, para todos los niños en el mundo, indicó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
La fecha fue proclamada en 2001 por la Organización Internacional de Cáncer Infantil, una red formada por 177 organizaciones nacionales de padres de niños con cáncer con presencia en 90 países en los cinco continentes.
Según el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA), se diagnostican 1.340 casos nuevos de cáncer en menores de 15 años por año, o lo que es lo mismo, cuatro casos por día. Así, la incidencia de cáncer pediátrico en Argentina es aproximadamente de 140 nuevos casos por cada 1 millón de niños entre 0 y 14 años.
El diagnóstico temprano, disponibilidad y acceso a tratamientos y cuidados apropiados mejoran aún mucho más la sobrevida de los niños. A diferencia de lo que sucede con la población adulta, el cáncer infantil no se puede prevenir ni detectar mediante estudios de pesquisa.
Mientras que en países de altos ingresos más de 80% de los niños con cáncer se curan, la tasa de curación en muchos países de ingresos medianos y bajos es de aproximadamente 20%, como consecuencia de diagnósticos incorrectos o tardíos, dificultad para acceder a la atención sanitaria, abandono del tratamiento, muerte por toxicidad y mayores tasas de recidivas.
El cáncer infantil comprende numerosos tipos de tumores distintos. Los más frecuentes son la leucemia, el cáncer cerebral, el linfoma y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms.
El pronóstico y la evolución de los pacientes depende tanto de un diagnóstico temprano como de la posibilidad de acceder a tratamientos y medicamentos. En esa línea, la capacitación de todo el equipo de salud para la sospecha temprana y la derivación oportuna del paciente es fundamental, así como la implementación de políticas de salud que acompañen a los pacientes y sus familias durante todo el proceso de la enfermedad.
Lazo dorado
El lazo dorado es el símbolo del cáncer infantil. Fue elegido como metáfora, ya que el oro es un metal muy preciado y, como el oro, los niños son invaluables. Además, el oro soporta el proceso en el que, mediante fuego, pasa a ser más fuerte y más resistente. Los niños y adolescentes con cáncer experimentan un proceso similar, desarrollan resistencia al hacer frente a todos los retos difíciles y dolorosos del cáncer infantil. (DIB) ACR