Ante la falta de respuestas de sus reiterados pedidos de ampliación de indagatoria, un detenido de una cárcel bonaerense se pegó la boca con La Gotita luego de 40 días de huelga de hambre de alimentos sólidos y tras bajar 20 kilos, en forma de reclamo y para demostrar que a partir de ahora no va a ingerir ni siquiera líquidos. La extrema medida de reclamo la tomó Matías Iván Preciado, alojado en una cárcel de Junín, quien aclaró que la queja es contra el Poder Judicial y no contra el Servicio Penitenciario.
Según da cuenta Semanario, en cinco breves videos, Preciado explicó cómo fue que le armaron la causa y se filmó en el momento que selló los labios de la boca con el pegamento La Gotita.
“Pedía en varias ocasiones comparendos con el juzgado de Junín para ampliar la indagatoria y mostrar al juez cómo funciona la banda narco que conduce el hombre que me anticipó que me iba a hacer meter preso, luego de una investigación realizada por vecinos de Rojas, pero nadie me escucha. No hay nota que me respondan y tampoco me atienden el teléfono”, sostuvo el detenido.
Preciado quiere que la causa pase a la órbita federal ya que él denunció a fiscales bonaerenses y siente que lo están perjudicando. “No tienen pruebas contra mí. Plantaron drogas en la casa de mi papá para meterme preso y encima la droga que plantaron era trucha”, agregó el preso.
Detalles de su denuncia
Junto a los videos, en cuatro hojas manuscritas, Preciado contó los detalles sobre cómo dos jefes de la Policía Federal de Pergamino (Federico Galarza Puig y el “Negro” Castro) en connivencia con fiscales y un narco conocido con el alias de “El cordobés Suárez”, terminaron armando una causa que lo dejó tras las rejas.
Como se recordará, vecinos de la localidad bonaerense de Rojas juntaron dinero y llevaron adelante una investigación para develar cómo funciona una banda narco: grabaron videos, sumaron más de 250 audios y fotos, al simular ser adictos y comprar drogas, todo por la inacción policial y sospechas de connivencia.
Sospechosos de corrupción
Entre las personas sospechadas de corrupción, los vecinos mencionaron al fiscal Esteban Pedernera, de la UFI Número 8 de Junín. Preciado teme por su vida. La huelga de hambre para reclamar su liberación lo ha hecho bajar varios kilos de peso y tiene la vesícula muy complicada.
De acuerdo con fuentes del servicio Penitenciario, InfoGEI supo que el detenido persiste en la huelga de hambre, ahora con sus labios pegados con La Gotita, privándose así, de ingerir también líquidos. (InfoGEI)Jd