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martes, 26 noviembre, 2024

¿Cómo “soltar”?

(Por Lic. Magdalena Maineri)

Últimamente, está muy de moda la palabra “soltar”. Seguro más de uno la ha escuchado en alguna persona, pero ahora… ¿Qué soltamos? ¿Cómo hacemos para poder soltar?

En primer lugar, es importante decir que no existe una “fórmula mágica” para poder soltar, o una guía con el paso a paso para poder hacerlo, pero tal vez, si estás en ese proceso, algo de lo desarrollado a continuación pueda ayudarte.

En primer lugar, debemos recordar que no todas las relaciones que formamos en nuestra vida permanecen. Algunas vienen con el propósito de enseñarnos lecciones que, aunque son dolorosas, al mismo tiempo nos fortalecen. Está bien que sientas enojo, frustración o tristeza. Sin embargo, intenta no comparar tu duelo con el de otra persona. Toda TU situación se trata solamente de vos y de lo que haces a partir de ese momento para sanar. Todos tenemos tiempos y ritmos diferentes.

Es importante que vivas tu duelo. Date permiso a gritar, llorar o lo que consideres que pueda sacar lo que tenés adentro. No te guardes tus emociones. Tenés que darte el permiso de lamentar una pérdida de lo que sea que estés dejando ir. Querer llenar ese espacio con vicios u otras personas, no va a funcionar, ya que lo que estas soltando, es algo único y muy personal.

Perdonar (en un proceso un poco más avanzado), tanto a vos mismo como a la persona que lastimó puede ayudar. Guardar rencor a alguien más, seguro te afecte más a vos que a la otra persona. La idea es que puedas enfocarte en un proceso de sanación personal, sin tener en la mente a aquellas personas que no aportaron cosas positivas. Es tiempo de quitarles el poder a los demás que tenían en tu vida y tomar las riendas. Dejar el peso de la mochila “del otro” que estabas cargando vos y andar más liviano.

Una vez que hayas podido avanzar con el proceso, hay algunas preguntas que por ahí ayuden a transformar la mala experiencia en algo enriquecedor y productivo. Si bien hubo algo que dolió en un momento, es fundamental sacarle provecho y preguntarnos ¿Qué aprendí de ésta situación? ¿Por qué es necesario seguir adelante? ¿Qué puedo rescatar como aprendizaje a pesar de la mala experiencia?

Cada uno tiene sus tiempos, y todos son respetables. Tal vez a algunos les lleve más tiempo que otros, pero lo importante es darte vos el espacio y el tiempo para sanar. Las malas experiencias son un trago amargo, pero sin dudas, son las que más enseñanzas nos dejan.

Ante cualquier inquietud, no dudes en escribirme para una atención virtual o presencial.

Magdalena Maineri, Licenciada en psicología 

IG: lic.magdamaineri

Cel: 221-3042930

MP: 55.676

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