Los expertos recomiendan que la espalda cargue un máximo del 10 al 15% del peso corporal de cada chico.
De cara al inicio de las clases, especialistas en traumatología vuelven a advertir por el peso de las mochilas. Es que, ya sea con carrito o aquellas que se cargan en la espalda, el peso que suelen alcanzar puede llegar a producir problemas en la columna y los hombros de los chicos.
Los especialistas en traumatología advierten desde hace un tiempo que cada vez son más las consultas infantiles por dolores musculares de cuello y espalda. Y destacan que no se debe sólo al peso excesivo de las mochilas sino también al mal uso -o exceso de uso- de la tecnología.
Si a esto se suma que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 80% de los adolescentes del mundo tienen un nivel insuficiente de actividad física, es esperable que el sedentarismo colabore en que aparezcan a edades cada vez más tempranas dolencias osteoarticulares entre los menores.
Para el médico traumatólogo especialista en patología de la columna del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, Andrés Ferrero (MN 118.271), “la clave está en llevar sólo lo indispensable y bien distribuido”.
“En caso de no llevar mochilas con ruedas, es recomendable que la espalda cargue un máximo del 10 al 15% del peso corporal de cada chico. Para ello, se sugiere regular la carga haciendo foco en llevar lo imprescindible”, sugirió el experto.
En este sentido, puede contribuir una buena organización previa de los materiales y la posibilidad de dejar en la escuela algunos, como los libros. También es importante reducir el tiempo de carga en los hombros”.
Con él coincidieron expertos de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), quienes destacaron que “si bien los carritos tienen como ventaja no cargar peso sobre los hombros, su traslado involucra una carga asimétrica pudiendo acarrear consecuencias en el miembro superior que lo arrastra, sobre todo al subir y bajar escaleras, ya que esta asimetría, combinada con las mayores fuerzas dinámicas requeridas para el ascenso y descenso, podría provocar estrés excesivo sobre el complejo hombro/brazo y adaptaciones de la columna vertebral en rotación”.
“Más allá del peso que se transporte, llevar el carrito con una mano hará que los movimientos normales de balanceo de los brazos durante la marcha se vean alterados y podría aumentar la flexión de caderas necesaria al caminar”, advirtieron. (DIB)