73 años / Empresario
Fue presidente durante 28 años de Bomberos Voluntarios
Deportista
Reflexionando…
El 20 de junio se conmemora el Día de la Bandera.
Creo que es tiempo que los argentinos empecemos a preguntarnos: qué es la Patria para mí? ¿Qué significa esta bandera para mí hoy?
Ya tuvimos vacaciones donde no le dimos la importancia que se merece a este extraordinario distintivo de nuestra nacionalidad. Nos fuimos olvidando poco a poco de todo lo que profundamente significa.
En cierto modo perdimos el sentido de lo que es la Patria. Nos hicimos intolerantes y duros para con la tierra que nos ampara, insensibles a los avatares de nuestra propia Historia.
Creo que ha llegado la hora de sentirnos amantes de nuestra patria, como lo fueron nuestros antecesores. Y de esa manera, cada uno de nosotros, en el casillero que la vida nos ha adjudicado, devolver algo de lo que ella nos significa.
Debemos ser agradecidos por muchas razones: vivimos rodeados de las maravillas que una tierra pródiga nos brinda, nuestro potencial humano cuenta con habitantes capaces, trabajadores, inteligentes, creativos y generosos para con aquellos extranjeros que vienen a cobijarse a su lado. Por su cultura nuestros anales están colmados de Favaloros, Milsteins, Saavedra Lamas, etcétera. Por su arte, de la misma manera el mundo rinde homenaje a Borges, Sábato, Petorutti, etcétera. Y ya en este momento a Francisco, líder argentino de la Iglesia Católica, que llega trayendo un mensaje nuevo de apertura y solidaridad.
¿Reconocemos, en nuestro fuero íntimo, la cantidad de virtudes que nuestra Patria posee? Quizás por la magnitud de tantos beneficios hemos olvidado el considerarnos privilegiados.
Aun estamos a tiempo. Siempre se está a tiempo!.
Solo debemos detenernos un momento a pensar en profundidad qué nos está pidiendo Argentina. Si somos sinceros y nuestro corazón no nos traiciona, veremos que todos podremos generar una NUEVA GETA de transformación colectiva. Y así sentir el orgullo de ser y pertenecer.
Este es el mes de nuestra bandera. A que lleva el mejor alumno como premio a la excelencia. Así como está presente en los campeonatos Mundiales de Fútbol y otros eventos deportivos, que ella esté SIEPRE presente en todas partes. Emulemos a otros países cuyos símbolos patrios están permanentemente enastados en los mástiles más altos.
Y mirando al cielo, esa azul y blanca bandera de infinito, recordemos los versos de Juan Chassaing en “Mi bandera”
Aquí está la bandera idolatrada
la enseña que Belgrano nos legó
cuando triste la Patria esclavizada
con valor sus vínculos rompió
Aquí está la bandera esplendorosa
que al mundo con sus triunfos admiró,
cuando altiva en la lucha y victoriosa
la cimas de los Andes escaló.
Aquí está la bandera que un día
en la batalla tremoló triunfal
y, llena de orgullo y bizarría,
a San Lorenzo se dirigió inmortal
Aquí está como el cielo refulgente,
ostentando sublime majestad,
después de haber cruzado el Continente,
exclamando a su paso: ¡LIBERTAD!
¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD!