Un equipo de científicos argentinos está acampando en el glaciar de una isla de la Antártida, dónde registran el comportamiento de las grandes masas de hielo y reúnen datos clave para evaluar el avance del calentamiento global y el cambio climático, cuando el país cumple 115 años de presencia en el continente blanco.
El grupo de Glaciología del Instituto Antártico trabaja en cooperación con el Instituto Geográfico Nacional y el Instituto de Geografía de la Universidad de Erlangen Nürnberg de Alemania, realizando estudios en los glaciares de la península y sobre la Barrera Larsen C para determinar cuánto del cambio climático corresponde al calentamiento de la tierra y cuánto a la acción del hombre.
Santillana contó que «para realizar estos estudios se instaló un campamento en el Glaciar Bahía del Diablo en la isla Vega con el soporte logístico de la Dirección Nacional del Antártico y el apoyo del Comando Conjunto Antártico con los medios aéreos que cuenta la Base Marambio, el avión Twin Otter y el helicóptero Bell 412».
«Los trabajos consisten en realizar mediciones de balance de masa y dinámica en el Glaciar Bahía del Diablo; mapear los frentes y márgenes glaciares en sectores de la Isla Vega; recolectar datos anuales y realizar mantenimiento de estaciones meteorológicas en la isla como así también, en la Isla James Ross y en Base Matienzo y Barrera Larsen C», detalló.
Las tareas incluyen «recolectar las fotografías de la cámara secuencial y datos meteorológicos instalados en campañas anteriores en otros glaciares de la zona (Dinsmoor-Bombardier-Edgeworth); realizar vuelos de reconocimiento sobre los glaciares de Isla Vega, Isla James Ross y sectores remanentes de la Barrera de Hielo Larsen (A B C)».
El investigador consideró «evidente que las pérdidas de masa de hielo ocurridas en las barreras indican un continuo retroceso del hielo e irrecuperable a corto plazo».
«En cuanto al glaciar Bahía del Diablo, descendió unos 30 metros en los últimos 35 años, teniendo años con ganancia de masa, años de estabilidad y años de pérdida, ya que año a año es muy variable dependiendo de la cantidad de precipitaciones en forma de nieve, pero la tendencia es lentamente a la pérdida de masa», completó.(Télam)
(grupolaprovincia)