(Por Lic. Magdalena Maineri)
Mencionar estos dos conceptos es bastante complejo. Son dos términos que comparten características similares entre sí, pero existen algunas diferencias. Ambas patologías son más frecuentes de lo que creemos y suelen sufrirse en silencio; debido a eso, la idea de dicha información, es tomar consciencia y estar alertas para poder ayudar a quienes lo padecen.
Tanto la bulimia como los atracones, son dificultades relacionadas a la comida (ingesta de alimentos). En el caso de la bulimia, es un trastorno alimenticio generado por un miedo excesivo a aumentar de peso. Luego de los atracones, las personas suelen inducir el vómito, entre otras conductas compensatorias, para evitar que la comida ingerida tenga efecto sobre la imagen corporal. Debido a esto, la persona que lo sufre, experimenta cambios complejos en su peso (con el afán de controlarlo), sin tomar en consideración los desajustes que puede llegar a provocar eso en el organismo, como así también, la aparición síntomas que pueden verse a simple vista.
Por otro lado, los atracones son episodios constantes de ingesta compulsiva de alimentos. Luego de dichas situaciones, aparece angustia y culpa, con la diferencia que la persona no realiza conductas compensatorias para revertir el hecho. No suelen verse a simple vista los cambios (como si sucede en la bulimia), aunque, por el contrario, puede aparecer más adelante un aumento de peso, lo que también tiene como consecuencia un desajuste en el organismo. En este caso, estamos en el otro extremo de la sintomatología.
Ambas conductas requieren atención, cada una con su complejidad. Pero ¿Qué es lo que puede causar que la persona tenga que llegar a esta situación? Puede ser por la aparición de un sentimiento de culpa, que lleva a un exceso de ingesta, daños físicos o psicológicos, pero también (y creo que es la más importante porque podemos modificarla como sociedad), es la presión por la imagen: los estereotipos, que son construcciones sociales creados por nosotros mismos, desde la televisión, publicidades, redes sociales, (que es lo que hoy en día consumimos), y que nos dicen cómo tenemos que ser, qué tenemos que hacer y cómo lograrlo. Esos ideales, los comentarios de algún par, o incluso de la familia son los que muchas veces, llevan a tomar algunas decisiones que posteriormente, van a tener repercusión negativa en nuestro cuerpo. Por eso, la importancia de saber qué son para poder detectarlas es fundamental. Por ahí, tenemos a alguien cercano que está sufriendo y necesita de nuestra ayuda; Si bien es una problemática que debe ser tratada con un profesional, es fundamental tener un apoyo que sirva de contención para dar el próximo paso.
Ante cualquier inquietud, no dudes en escribirme para una atención virtual o presencial.
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Diplomada en psico-oncología.
