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jueves, 28 noviembre, 2024

Boca, Ríver & Perón

«Explicar un Ríver/Boca es tan sencillo como explicar el peronismo y creo que de eso se trata. Explicar un Ríver/Boca en Madrid es más sencillo todavía», apunta ‘el Bigote’ Acosta. Y por cierto que ya eso da ganas de leer su reflexión a horas del partido en el Santiago Bernabeu aunque en la Redacción la hinchada de River, que es mayoritaria, se acordó de su mamá porque él afirma: «Para mi gana Boca, es el malo de la película. Soy peronista, estoy a favor de los malos». Alguien le dijo: «Bigote, (Carlos) Menem y Palito Ortega también son peronistas y de River». En fin… aquí la nota:

Un amigo me llama desde Madrid y me pregunta qué pasa. Por qué pasa esto. Se refiere a “Madriz” absorbida por el clima del clásico argentino.

Una amiga me escribe desde el mismo sitio y me condiciona: ¿…Venís? Porque están viniendo todos…”. Los dos ponen una segunda pregunta: …¿Lo podés explicar ?….

No es la primera vez que me piden que explique un fenómeno popular y provoca lo mismo: una sonrisa. Acaso (ésta es una digresión) uno de los mejores libros para explicar lo inexplicable sea “Los reventados”, de Jorge Asís, nuestro Francois Rabelaisahora, a la vejez, devenido en comunicador televisiso. Digresión de la digresión. Tanto él, como Julito Bárbaro, al tener militancias, diferentes pero reales y una biblioteca leída, sobresalen porque construyen frases y deconstruyen pensamientos con una vuelta de ventaja sobre sus ocasionales entrevistadores o acompañantes de panel. La cultura y la instrucción son el arma inapelable. Sergio Berensztein es mejor, acaso, pero es más joven. Ceferino Reato es muy bueno, pero es periodista.

En todas las otras ocasiones me han pedido que explique el peronismo. En los viajes al exterior es un clásico y en el siglo XXI un pedido formal de los millennials que quieren mirar aquello, el mundo analógico.

Explicar un Ríver/Boca es tan sencillo como explicar el peronismo y creo que de eso se trata. Explicar un Ríver/Boca en Madrid es más sencillo todavía.

 

 

Uno debe juntar el eje de Carl Gustav Jung. Pasión y sus dos componentes. Amor/Odio. Se debe sumar historias familiares encontradas. Amores contrariados, deseos de triunfar en ese reflejo que dan los gladiadores en la cancha. El triunfo es nuestro. Deben agregársele componentes elementales. Toda pasión genera un comercio de los desapasionados y aprovechados y éste es un comercio.

Los jugadores son desesperados que en 10 años útiles deben salvar sus economías y las de sus familias. Los desesperados son traidores elementales. Los dirigentes son ad honorem pero el dineroque se mueve en sus cercanías no tiene cálculo, es incalculable y sin culpa: son sociedades sin fines de lucro.

Cuando llegó el narcotráfico y la narcopolítica a la Argentina, se instaló en los clubes. Todos los clubes tienen asesinos, narcotraficantes, sicariatos, negocios de venta y reventa, territorios sagrados y secretos definitivos. Hay de eso una íntima convicción y provoca risa el Isidorito Cañones siglo XXI (Rodolfo Donofrio, presidente de Ríver) diciendo que no conoce de qué se trata la mugre bajo la alfombra. Al bandolero con influencias oscuras en Tribunales, jefe de bingos y dineros que allí se oscurecen o blanquean, nadie le pregunta esas cosas. Son tonterías. ¿Para qué? No hace falta. Todos sabemos. Daniel Angelici, que de él se trata, semeja un Lin Yutang (una hoja en la tormenta) y ése mecanismo de ‘yo no fui’ lo convierte en el socio ideal de la política.

Mauricio Macri también dice yo no fui. Si se le suma Banco Santander y Qatar…. Hay más. El negocio televisivo y sus monopolios, posiciones dominantes, el uso extendido e intensivo de esas fuerzas de choque urbano, la miseria de los arrabales, el desinteresado amor de los que en una camiseta ven el futuro, desinteresado, idiota e irrefrenable, se estará cerca del cóctel que junta las partes.

Soy hincha de Colón de Santa Fe. Detesto desde lo mas íntimo a los periodistas que dicen que no tienen pasión por una camiseta. La camiseta y la madre son sagradas. En 1949 por un DNU de ‘la Jefa‘, Evita, empezamos a participar en el fútbol porteño. Estuvo en nuestra cancha. Dio el puntapié inicial. Ramón Cereijo no se animó. Evita dijo «pónganlo en Primera«. Nos pusieron en Primera B. Padezco todas las variantes de la enfermedad. El llanto y la euforia. Peor. Nunca salimos campeones de Primera. Somos “la comparsa” de las viejas obras de teatro. Necesarios a la trama.

Soy parte del Pan y Circo. Eso somos. Atahualpa Yupanqui decía algo hermoso sobre los ritmos rioplatenses, la milonga y sus variantes. “Vea paisano, cada 50 kilómetros cambia la velocidá, pero la milonga es la misma…».

Ríver, Boca & Peron, el peronismo, la pasión y los aprovechados. La violencia urbana, los dirigentes como parte del juego. Grande don Ata, ahora se entiende mas claramente que cambian la velocidá, pero la milonga es la misma y… mientras aparezcan bailarines y cantores emocionados la milonga seguirá. Es un grito de corazón. Ah, los huevitos sobre la mesa: para mi gana Boca, es el malo de la película. Soy peronista, estoy a favor de los malos.

 

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