Un algoritmo es un conjunto de instrucciones o reglas bien definidas y ordenadas que logran realizar una actividad a través de pasos sucesivos de exactitud y precisión,para lo cual se diseña en base a datos y procedimientos que vinculan científicamente cada acción y su resultado para definir la acción siguiente. En criollo, cuando el gaucho miraba la alfalfa y veía que estaba en un 10%floreada metía las vacas, hoy eso lo define un algoritmo o la Inteligencia Artificial.Es la tecnología que llegó al agro y vino para quedarse.
La aplicación de tecnología y biotecnología a la producción agrícola es parte del nuevo milenio. Los agro-sensores monitorean diferentes variables y recolectan datos que informados al teléfono celular del productor, le permite tomar una decisión sobre una situación en particular, ocupando el rol del peón rural, superando algunos sesgos subjetivos a los que la calidad humana suele incurrir.
Encontramos en el mercado sensores que recolectan datos meteorológicos las 24 hs como temperatura, precipitaciones, humedad relativa y radiación solar; otros que a través de una sonda en el suelo, pueden medir el nitrógeno y la humedad del mismo, que genera información sobre el promedio diario de NDVI (indicador que se relaciona con el vigor de la vegetación), estado fenológico y el balance hídrico del suelo. Sensores de silo, fijos o silos bolsa, recolectando datos de temperatura, humedad, fosfina, oxígeno y dióxido de carbono, hasta de rotura de silo o focos de calor para evitar incendios. También la ganadería a través de combinar sistemas de pesos con caravanas de alta sensibilidad, identifica el peso real individual de cada animal de manera que captan alteraciones individuales, en el consumo y la ganancia de peso diaria.
Todos estos datos debidamente procesados son claves en la toma de decisiones que permiten mejorar y eficientizar la producción. Por ejemplo saber cuánto y cuándo aplicar fitosanitarios, fertilizantes, riego o decidir cuándo utilizar el ensilado, que animal está disminuyendo o ganando menos peso, etc.
Los datos recolectados alimentan a plataformas inteligentes, que no solo permiten la toma de decisiones en el corto plazo, sino que además generan una historia que podrá predecir situaciones futuras y pronosticando resultados y avalándolos a la hora de salir al mercado o solicitar financiamiento.
El campo resulta ser el mayor laboratorio de tecnologías aplicadas, es lo que entienden desde Indigo Ag, la startup estadounidense que instalada en Argentina desde 2017, viene desarrollando su programa IndigoResearchPartners, que se basa en la evaluación a nueve niveles de información: suelo, clima, sensores de cultivo, genética, microorganismos de tratamiento de semilla, prácticas de manejo del cultivo, satélites y drones, entre otros. Vinculando en una red global de productores y empresarios agrícolas para probar y desarrollar innovaciones tecnológicas a escala, cuyo objetivo es generar información para mejorar la toma de decisiones.
Entre quienes conforman este grupo de empresas se destacan S4, Tecnoagro, Acronex y Kilimo, involucrando en nuestro país 9 productores con 2.200 hectáreas en total, entre soja de primera y maíz tardío. Buscando validar y priorizar las distintas tecnologías por su creación de valor individual, específicamente instrumentos (herramientas de medición), implementos (que realizan trabajos y generan registros), manejo del sistema e insumos (decisiones, químicos, nutrición, biológicos), algoritmos e investigación de datos por capas e interface amigable. Todo un desafío que anticipa lo que vendrá en materia de producción 4.0.
La tecnología aplicada a la producción agropecuaria es una realidad, que más temprano que tarde será la clave en producir superando las limitantes naturales y las discusiones agroecológicas o de sustentabilidad ambiental. La pregunta que nos hacemos es quién o quiénes controlaran de manera estratégica la tecnología, si lo harán las empresas excluyendo y desplazando a los productores o será controlada por los gobiernos de las naciones en post del desarrollo y crecimiento de todos los eslabones de la cadena productiva.