María Virginia Apphatie, productora ganadera de Pigüe, Buenos Aires actualmente miembro de Carbap: Fui parte activa en el conflicto de la 125, en ese momento como muchos productores trabajábamos tranqueras adentro, preocupados, la realidad del sudoeste bonaerense es compleja tanto edáfoclimaticamente como productivamente. La situación sobre todos para quienes veníamos desde el 2006 con una ganadería estancada con números para atrás vivíamos preocupados. En el 06 estamos en la rotonda de Guaminí, muchos ganaderos de la región veníamos en picada. Cuando en conflicto por las retenciones, en realidad nosotros la soja la vemos solo en milanesa, somos ganaderos, y el primer díaéramos 400 productores en la rotonda de la RN33 RP67 y hablábamos re lindo y todos nos entendíamos y cuando llegábamos a casa el gobierno le hablaba a nuestros vecinos y ahí nos dimos cuenta que teníamos que salir a explicar que lo que decían por cadena nacional no era lo que estaba pasando. Creo que la modalidad también fue impulsada por el gobierno, quienes vivimos en el interior hacia mucho tiempo que veníamos viendo que a los únicos que se escuchaba era a los que hacían un piquete y cortaban una ruta o una autopista. A mí nunca se me hubiera ocurrido y sin embargo en ese momento sentimos que era lo único que podíamos hacer para que nos escuchen y pese a haber hecho muchas cosas mal y sin justificar nada si vuelvo al mismo momento y la misma situación también volvería a hacer lo mismo porque lo único que recibíamos era agresión. Yo no estaba nucleada en ninguna entidad y nos fuimos conociendo, sosteniéndonos física y emocionalmente entre todos. Estuve ahí porque en realidad mi hijo de 7 años llego del colegio y me dijo “mamá nosotros no tenemos una camioneta nueva. ¿Y no es 4×4 no? Ahí me di cuenta lo que le estaba pasando a un nene de 7 años por ser hijo de productores. El daño que le estaban haciendo a nuestros hijos, no solamente a la ruralidad si no a un país que cree que el verdadero desarrollo es produciendo, trabajando siendo honesto. En esos momentos escuchábamos a los adolescentes decir que este era un país de mierda y eso me asustaba. Y me instalé en la rotonda. Llevé a mis hijos con mi mamá y me instalé… Pasaron muchas cosas… en un momento tenía 150 camiones delante mío que querían pasar y estaba sola a las 6am y un camionero cruza su camión y me dice ¨te hago el aguante¨ y terminamos en una ronda de 60 camioneros tomando mates hablando de la vida y de los hijos y ahí nos dábamos cuenta que había una argentina que apoyaba, no a los productores o al sector, si no apoyando porque estaban cansados del odio y el atropello. Y viví ahí, hice el turno noche para no alterar la vida de mis hijos y después de la cena me iba a la ruta de 21 a 6am. Fuí a defender mi ruralidad, mi libertad y la de mi familia, la de mis hijos.
Mi vida cambió, la 125 me comprometió con defender mi identidad. Fuí la primera mujer en ingresar a la sociedad rural de Pigüé, después de 2 años integré la comisión directiva. En el 2010 empecé a ser delegada en Carbap y desde ese momento no dejé de participar. Uno puede trabajar desde el lugar que te toque, no es necesario tener ningún cargo. Gracias a la 125 aprendí que me puedo sentar ante quien corresponde a decirle lo que corresponde siempre primando la libertad y la dignidad. A los más jóvenes les pido que se comprometan, que no bajen los brazos, no resignen principios, a este país lo sacamos todos adelante, juntos pero preparados. Le debemos a la argentina dejar de ser habitantes y convertirnos en ciudadanos con todos los derechos pero sobre todo con la responsabilidad cívica. Hay que mirar para atrás para adelante y para los costados para no dejar a nadie en el camino.
Jorge Solmi, productor agropecuario de Pergamino, Buenos Aires. Dirigente de Federación Agraria Argentina: participé gremialmente desde muy chico. En el momento que se desato el conflicto estaba donde tenía que estar. Ese 11 de Marzo estaba frente al puerto de Dreyfuss, desde FAA veníamos denunciando lo que estaba pasando con el comercio de trigo, donde la exportación y los intermediarios se venían quedando con una parte muy importante del precio real del trigo. La Federación Agraria había decidido una protesta en los puertos ese día. Al medio día nos encontramos con la noticia de la 125, recuerdo que estaba Martin Melo por Canal Rural y a eso de las 11am me dice ¨Jorge es cierto esta noticia, ¿vos sabés algo?¨ y ahí hablamos con Buzzi que era nuestro presidente que estaba yendo a Capital Federal para encontrarse en una estación de servicio de la Panamericana donde se empieza a constituir la Mesa de Enlace. Empezaron las asambleas, las reuniones y unos días después salimos a la ruta. La única alternativa era la protesta activa por el nivel de confrontación.
Al tener acción gremial nosotros veníamos con muchas peleas, la más importante había sido la del año 1994 yo estaba en la juventud para ahí fue el cambio personal. Ya en el 2008 me toco estar en las mesas de negociaciones con Alberto Fernández como Jefe de Gabinete, yo representaba la parte técnica de FAA. Lo que me creaba la situación era la idea muy fuerte de mucha gente con compromiso, con ganas de participar, con voluntad, capital que con el tiempo se fue desvaneciendo pero que en ese momento era la sensación de satisfacción de ver a todos con ganas de estar presentes y no dejar que el gremialismo y la política la hagan otros si no tomar uno mismo las decisiones.
Como mensaje para los más jóvenes tenemos que saber que una medida o una acción que hagamos por más que sea colectiva o voluminosa con el tiempo se va a ir esparciendo, diluyendo, dejando una estela pero para que eso tenga un fruto hay que darle institucionalidad, hay que darle una forma donde canalizar el debate, no confundir el debate con discurso y discusión, hay que formar ideas en concreto creo en la inteligencia colectiva aprendí mucho de eso en la 125 donde todos planteaban la visión de la cosa y entre la pluralidad se instituía una idea. Creo en la participación, esos son los valores que tenemos que dejarles a los más jóvenes.
Vanesa Padullés de Garetto, productora de Leones Córdoba, esposa de Carlos Garetto, presidente de Coninagro durante la 125: Cuando empezó la 125 llevábamos un año y medio de casados y yo estaba embarazada de nuestro primer hijo. Estábamos en el campo sin señal y cuando salimos empezaron a entrarle llamadas por teléfono de la entidad. En ese momento no llegaba a tomar dimensión de lo que sucedía, yo estaba con mi embarazo mis cosas. Enseguida se me evaporó el marido de al lado, de hacer todo juntos y tener un par de reuniones por semana de repente no estaba más. Él estuvo presente con su amor pero a la distancia. Cambió todo, nuestra vida, la dinámica de la familia, nuestra vida, la forma en que nos manejábamos. Y ver que hacían nuestros amigos, como se organizaban las asambleas. Yo tenía fecha de parto el día del acto en Rosario, el 25 de mayo estuve ahí. Cuando nació nuestro hijo, Carlos estuvo a la mañana y al otro día se tuvo que ir, pero sabíamos que todo el sacrificio era para un bien superior. Me tuve que hacer cargo mucho más de la empresa agropecuaria para que él pudiera estar donde tenía que estar. Empezaron los miedos también porque hubo ataques, insultos, mantener la calma. Había que animarse a expresarse y decir lo que uno pensaba.Sentía orgullo por que el estaba ahí, pero también mucha pena porque no podía entender que no se podía llegar a un acuerdo a una negociación, no lo podía entender. La noche de lo de Cobos recuerdo verlo por la tele, Carlos estaba en el escenario y yo pensaba, pucha lo único que cambia las cosas es participar, me daba hasta vergüenza estar en casa y no poder esta allá (mi hijo tenía un mes y medio) no todo termino en el 2008, el conflicto siguió y yo pensaba que no quería que el padre de mis hijos quedara en la tapa de los diarios solo estuvo para luchar en el enfrentamiento, si no en el diálogo, había que intentarlo. Una vez nos reunimos con la presidenta CFK y yo le decía a Carlos, capaz que si ella ve que somos una familia si ve que no somos los oligarcas que ella piensa y fui a la reunión que era en Coninagro con un paquete de salames que habíamos hecho en el campo, fui con los chicos yo quería que vea que eso fantasmas que ellos tienen del campo todo eso que nos tildan no es así, que somos gente que venimos del campo, que trabajamos en el campo, que nos conozca porque yo no daba crédito a que la puja por el poder fuera superior al dialogo ya al enfrentamiento entre argentinos.
Como esposa de Carlos, Pte. de la entidad, él tenía todo el tema de las asambleas, las reuniones de la mesa de enlace, las reuniones dentro de la entidad. En todo ese tiempo yo me sentía el vínculo con el resto, lo ayudaba a leer los medios, era el cable a tierra en esas cosas y también que cuando llegara, tener la contención con la familia. La presión de la prensa, la presión del gobierno, todo lo hablábamos, y tratábamos de ver cuál era el mejor camino a tomar, ser el sostén como mujer y como esposa en ese momento.
El mensaje para los jóvenes es que participen desde chicos que se preparen, lo que pasa afuera del campo es tanto o más responsabilidad de ellos, que lo que pasa adentro. Hacer bien las cosas técnicamente o en los números si después quienes nos gobiernan no hacen las cosas bien. Hay que abrirle el paso a la juventud con las nuevas ideas, que no miren de reojo, que estén, estén y estén es su vida y su futuro.
German Patts, productor de Tapalqué, autoconvocado, luego miembro de Carbap:La 125 fue la conclusión de una etapa que venía haciendo mucho daño al país y a nuestro sector. El continuo recorte de libertades ciudadanas era una constante que me sacaba. Exploté y me comprometí para que esto no siguiera pasando. Algunos fuimos los primeros pero encontramos una sociedad que estaba madura para llevar adelante ese freno al gobierno. Había voluntad de poner el freno a los atropellos pero no se quería un golpe de estado. Esta fue la mayor virtud de nuestra lucha.
Sin duda cambió mi vida. Salí de la tranquera y me convertí en ciudadano. Me involucré en cosas que trascienden nuestro interés sectorial. Le dedique mucho tiempo y aprendí muchísimo. Integración social, fiscalización, política, congreso, etc. Varios aciertos y varios fracasos. Creo que la parte gremial fue lo que más me desilusionó.
Mi mensaje para los más jóvenes es que los derechos de uno los tiene que defender uno. Nada de dejar a otro lo que me corresponde a mí.
Raquel Oryazabal, Azul, Buenos Aires, una de las responsables de la comunicación en la red de mails durante el conflicto: Estaba ahí, porque creía en que era absolutamente injusto lo que estaba sucediendo, porque estaba convencida que entre todos juntos podíamos y debíamos ponerle un freno a un gobierno absolutamente autoritario. A muchos les costaba ver más allá de la resolución 125, les costaba entender que esto iba más allá de nosotros como sector, que esto era la defensa de la libertad. Volvería a estar en el mismo lugar.
Sin dudas hubo un antes y un después en mi vida. Hasta ese entonces la política era algo que me pasaba por el costado…. y por un costado lejos. Yo como varios, fuimos Hijos Naturales de la 125 y a muchos nos cambió.
A los más jóvenes les diría q involucrarse en política está muy bien, volverse fanático NO. Que uno tiene que defender la libertad, amén de la idea partidaria que se tenga y del color político que gobierne. Que con sentido de la justicia, con compromiso y poniendo el cuerpo y el alma, se logran cosas, muchas cosas, que quizás no puedan ver los resultados a corto plazo, pero los resultados van a estar ahí, en la historia.
Fernando Salvadori, productor agropecuario del Sudoeste Bonaerense, Bahía Blanca, Buenos Aires: Hacia bastante tiempo que veníamos enfrentados con el gobierno por la subsistencia de ganaderos y productores de trigo. Y no logramos que nuestros pares se hicieran eco de nuestro reclamo o sea total falta de solidaridad. Cuando Lousteau publica lo de las retenciones móviles sentimos que no podíamos hacer lo mismo que nuestros pares y deberíamos solidarizarnos a pesar que la soja no se veía en nuestra región. Sentimos también, que prácticamente se nos expropiaba toda nuestra producción. Confluimos muchos productores y comenzamos la protesta. Pero no nos quedamos ahí, me permito recordar que paralelamente en nuestra región vivíamos la sequíamás intensa de los últimos 100 años que hizo estragos en los campos. Decidimos en ese momento hacer una protesta proactiva, generamos un sistema solidario de donación de alimento para las vacas que no tenían qué comer, de productores que se encontraban en mejor situación. Esto se hizo grande y pego muy bien, se sumaron muchos productores que donaban rollos de pasto, semillas, etc. nosotros combinábamos con los productores para que pueda recibir esa ayuda. Esto no solo nos puso en movimiento sino también género una empatía de la ciudadanía con el agro. Comenzamos a interactuar con referentes de distintas localidades, algunas próximas y otras bastante lejanas con visiones diferentes y empezamos a percibir problemas comunes, que si lográbamos sortear obstáculos podríamos generar una movida positiva.
Así nació una ONG:“Conciencia Interior” con la cual seguimos haciendo de nexo entre problemas y soluciones.
¿Si soy otro Fernando después de la 125? Yo diría que sí. Me permitió conocer muchísima gente, me permitió salir de mi visión y ver mucho más integralmente la situación. Conocí el congreso de la Nación, el funcionamiento de las comisiones, en ese momento entendí que si quería modificar la realidad debería hacerlo desde la participación política.
A los más jóvenes les digo que hay que tener las cosas claras, saber adónde se quiere ir. Hacer las cosas lo mejor que uno pueda y sobre todo no aflojar y ser honesto con uno mismo. La política y las gremiales son las herramientas para modificar la realidad pero está plagado de gente sin escrúpulos, eso no tiene que ser impedimento para que las personas decente y bien intencionada actúen en beneficio de todos.
Laura FernandezCagnone, productora ganadera,autoconvocada, Chivilcoy, Buenos Aires:La verdad que el primer día no tenía ni idea de lo que estaba haciendo ahí. Algo me empujo a ir y subirme a la ruta. Pasaron 4 meses en los que no me baje porque estaba convencida que si nos torcían el brazo…comenzaba el sepelio de nuestro País.Sentía que era por la libertad y la dignidad que no podíamos permitir que nos siguieran pisoteando y menospreciando. No era por el dinero, nunca lo fue,como aún hoy dicen algunos y la prueba es que yo soy ganadera. ¡¡Y creo que fui bastante activa!! Al menos lo intenté.
Obvio que fue un antes y un después en mi vida. Hasta entonces no me interesaba la política partidaria pero me di cuenta que había que involucrarse para poder cambiar cosas desde adentro. Y si bien hoy ya no participo dentro de un partido… lo sigo haciendo de forma políticamente incorrecta, es decir con respeto pero carente de corrección y de hipocresía, digo lo quesiento y pienso,en ese orden.Me pareció muy acertado el informe de TN a 10 años de la 125, porque fue una forma de recordarles a todos que el sector agropecuario puede salir de su pasividad y volver a ser como en el 2008, un verdadero Movimiento Social
Los más jóvenes no se tienen que olvidar que es un derecho que nos dejen producir en paz y sin sobresaltos.
Matías Sara, productor ganadero de Ambrosetti, Santa Fé. Asesor, Técnico agropecuario: No fui el primero en llegar ni el último en irme, pero estuve ahí. Fue un año tremendamente duro por la sequía y los malos precios de la hacienda exigían un doble esfuerzo para mantener las empresas ganaderas a flote. No obstante eso, tenía la certeza de que la protesta era algo tan necesario que me obligaba a dedicarle el tiempo que tuviera disponible, ya que se definía el futuro productivo de buena parte del interior del país.
Si, cambió mi vida. Cambió mi visión de lo que hacía. Mi concepción de lo que eran las funciones de un líder en una empresa agropecuaria. Transformó la forma en que percibía lo que pasaba tranqueras afuera y su impacto hacia adentro del campo. He hablado con muchos colegas sobre el tema y en general, coincidimos que ahí nos dimos cuenta que no solo había que producir más y mejor,además había que explicar cómo lo hacíamos y cuánto nos costaba.
Buena parte de lo que nos pasó con la 125 fue porque el sector agro era desconocido en la sociedad. Todavía queda mucho de eso. El kirchnerismo pensó que era fácil pelarnos justamente porque nadie sabía lo que hacíamos y estábamos desorganizados. Si bien eso ha mejorado es fundamental seguir explicando cada uno desde el espacio que pueda, quienes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos.
Rosana Franco, productora autoconvocada de Junín, Bueno Aires actualmente Presidenta de la Filial de Federación Agraria Junín: Lo volvería a hacer. Sentía que me estaban avasallando económicamente y me estaban maltratando
Después del 2008 cambio mi actitud frente a las políticas de Estado y el campo. Me involucré en una entidad y a partir de ahí no deje de participar.
Los jóvenes se tienen que sumar. Ellos tendrán que entender que se tienen que defender y hacer valer la vida rural. Creo que de eso se trata.