En dos días llegan las elecciones de medio término. Acá contamos lo que no dicen los candidatos en campaña. Guía practica más allá de los slogans y las selfies.
(Por Juan Manuel Jara)
En 48 horas se vota. A nivel local, la elección se presenta mucho más interesante que la provincial y la nacional. Las PASO marcaron una tendencia que, en general, se mantendrá en esta ocasión. Esta es la que vale, la que es por los puntos y las definiciones. Y algunos candidatos ya se comen las uñas sabiendo que se juegan mucho. Caso 1: Marianela López. Caso 2: Martín Banchero.
La campaña transcurría tranquila. Cada espacio haciendo lo suyo. Hasta que apareció Horacio Delgado muy sonriente en una foto con… ¡CFK!.. En otro de esos gestos en pos de la “unidad del peronismo local”. Si algo le faltaba a la dispersión del espacio, era esto. Y si algo le faltaba a Martín Banchero era un salvavidas de plomo como este. A ver, tratemos de explicarlo: Banchero va con Randazzo, pero su bloque (o lo que queda), que no es Unidad Ciudadana, apoya a CFK, que a su vez tiene a su candidato acá que es Juan Pablo Parise en, claro está, Unidad Ciudadana. Vale aclarar que esta movida viene de Julián Domínguez, que antes de las PASO dejó a CFK, se fue con Randazzo y ahora volvió con CFK… ¡¡en menos de tres meses!! Políticos de convicciones firmes si los hay. Y por supuesto, hay que “mantenerse a flote”. Un mamarracho, por donde se lo mire. Y Delgado, fiel a su padrino político, hizo lo mismo.
Hay políticos que solo piensan en su supervivencia política. Sus actitudes así lo indican y como son de amianto – nada los calienta- hacen cosas que, a los ojos del ciudadano común (aquel que en campaña van a visitar, le hablan y le prometen que son mas buenos que la Madre Teresa paseando a la perra Lassie, con bozal y correa) quedan muy mal parados. Pero claro, a ellos poco les interesa. El objetivo es mantenerse “a flote”.
También es cierto que, mas allá de algún refunfuneo, es una jugada de supervivencia. Randazzo no mide, CFK sí. El bloque de Delgado & Co. sacó un penoso caudal de votos en agosto, razón por la cual corre serio y muy probable riesgo de perder las tres bancas que pone en juego. La cara la sigue poniendo Martín Banchero, en una situación nada cómoda y su nombre es el que va en la lista del flaco de Chivilcoy. El arquitecto comentó que no comparte la decisión de sus compañeros de bancada. Y su slogan de campaña también dice mucho: “Acá yo voto a Martín”. ¿Y para legisladores provinciales y nacionales? ¿Lista completa?…mmmmm. Lo cierto es que el bloque de cinco tiene grandes chances de quedar en dos. Lo que sería todo un hito (negativo) para el espacio. Una derrota pesada. Con un padre sin necesidad de ADN.
Consultado sobre la actitud de Delgado, Juan Pablo Parise dijo que él no tenía nada que explicar porque “siempre estuvimos en este lugar, en el de Unidad Ciudadana. Los que tienen que dar explicaciones son los que se cambian de vereda”.
Alguien nos comentó que el verdadero problema de Delgado se llama Malena Defunchio, quien tiene serias chances de llegar a ser senadora provincial, cosa que a HD no le caería nada bien. La consultamos a Defunchio si sabía algo de esto y, entre sonrisas, dijo que “no, pero tengo la confianza suficiente con Horacio como para que me diga si le molesta algo. Pero tampoco me importa si es así”. Dafunchio también se enfoca en la necesidad de trabajar por una verdadera unidad del peronismo local.
Sobre este mismo tema, Guillermo “Grillo” Rodríguez dijo que “hay dirigentes que no han sabido interpretar el momento, el requerimiento de la población y estas jugadas no se reciben de la mejor manera. La historia va cambiando, la política también, y bueno, no lo han sabido interpretar”. Recordemos que hace casi un año, el “Grillo” dejó el bloque que aún se llama FPV-JP y, a la luz de los hechos, la jugada pareció acertada: “La incertidumbre hacia la cual iba el espacio me llevó a plantear las diferencias, salir y crear un espacio nuevo. El desafío es generar una agenda a futuro, acuerdos desde el diálogo, no desde la conveniencia”.
Dirimida su interna local, la coalición 1 PAIS de Massa & Stolbizer se reacomodó de manera orgánica. Pero, a diferencia de lo que pasó con Unidad Ciudadana, acá el espacio de Patricia Gorza desapareció al día siguiente de las PASO. La derrota pegó fuerte y esa “convivencia incómoda” terminó con el triunfo de la lista de Malis. Lo cierto es que nadie lloró esa ausencia. Si bien en la lista unificada figuran Santiago Falco (segundo de la lista de Patricia Gorza) como tercer candidato a concejal, y Gorza en sexto lugar, ninguno de esa facción aportó presencia para esta campaña. Tampoco le fueron a tocar la puerta. Claro que, de la misma manera que mencionamos lo de Delgado, la actitud de Gorza y su séquito tampoco habla muy bien de ellos. Las reglas están establecidas de ante mano. Imagínense si se diera que 1 PAIS meta tres concejales: Malis, Salomón y…Falco. Este último accedería a una banca sin haber aparecido, ni hablar de haber colaborado o golpeado una puerta en toda la campaña. Lo cierto es que este espacio tiene chances concretas de meter un concejal (Malis) y, en el mejor de los casos, dos. Tres sería multitud.
Por todo esto sin dudas que el peronismo o justicialismo a nivel local se juega mucho y hace de la elección del domingo un punto de quiebre de cara a una competencia seria para el 2019. Seguramente, después del 10 de diciembre se van a dar algunos reacomodamientos.
La izquierda aprovechará al máximo la oportunidad histórica que le brindaron las PASO, y tanto la lista de Franco Caruso, como la de Dario Lanieri, van por el sueño de alcanzar un lugar en el HCD. La tienen muy difícil. Pero son como esos países pintorescos y minúsculos que llegan por primera vez a una Copa del Mundo de fútbol, y se ganan la simpatía de la afición más allá de sus reales posibilidades. Bastante hicieron con presupuestos casi nulos y boletas llegadas a último momento.
Y el matrimonio Cambiemos…en fin, que decir que no hayamos escrito en notas anteriores. Veremos si se cumplen algunas de las cuestiones que fuimos exponiendo en las páginas de EXTRA. Por lo pronto, se van a llevar la mayoría de las bancas. Van a ganar cómodos. Poder, billetera (con un presupuesto para obras hasta estos días sub-ejecutado, tal como salió en un informe en la revista política “La Tecla”) y mayoría legislativa. Un coctel que pondrá a prueba la capacidad del gobierno municipal para no “creérsela” (aún mas), y que va a tener el desafío de romper con experiencias similares que hemos tenido a todo nivel y que ninguna terminó bien. Claro, también se llevan tarea para el hogar: acomodar a varias de sus cabezas y calmar los ánimos internos de algunos funcionarios y sus reacciones. Veremos lo que pasa a partir del lunes 23 hasta el 10 de diciembre.
Día de elecciones a la vuelta de la esquina. El domingo define poco más que la nueva composición del HCD, en donde todo indica que el oficialismo aumentará sus filas. Y el lunes, la mirada de todos ya se ajustan hacia el 2019, cuando se ponga en juego la intendencia. Nada más que eso. No está en juego la gobernabilidad del municipio, aunque sí el balance de fuerzas necesario para no caer en la tentación que da el poder absoluto. En definitiva, un domingo cualquiera.