17 de octubre de 1945, LA VERDADERA FIESTA DE LA DEMOCRACIA Y DE LOS TRABAJADORES.
Aquella noche del 17 de octubre del 45 el General Juan Domingo Perón dirigió la palabra a medio millón de trabajadores concentrados en la histórica Plaza de Mayo, comunicándoles la decisión del retiro del servicio activo del ejército y con ello renunciado voluntariamente al más insigne honor a que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la Nación.
Para de esta forma vestir la casaca del civil y mezclarse con esa masa sufriente y sudorosa que elabora en el trabajo la grandeza del país.
Dando, así una muestra de compromiso y esperanza a tanta gente, que representaba la síntesis de un sentimiento que había muerto en la República: la verdadera civilidad del pueblo argentino.
Esa noche Perón llamó a la hermandad del pueblo, a la unión para que el pueblo crezca en unidad espiritual de las verdaderas y auténticas fuerzas de la nacionalidad, orden y trabajo, diciendo…. “Trabajadores: únanse; sean hoy más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en esta hermosa tierra la unidad de todos los argentinos. Diariamente iremos incorporando a esta enorme masa en movimiento a todos los díscolos y descontentos para que, junto con nosotros se confundan en esta masa hermosa y patriota que constituyen ustedes”
UNIDAD BASICA PARTIDO JUSTICIALISTA BLOQUE DE CONCEJALES
JUAN D. PERON 9 DE JULIO FPV- PJ