Tandil vivió una fiesta al recuperar el récord del salame más largo del mundo: midió 401,73 metros y pasó la marca que tenía la ciudad de San Andrés de Giles.
Tandil, porta con orgullo la primera Denominación de Origen para un producto agroindustrial, lo que le da identidad, lo protege y lo distingue frente a otras regiones productoras de chacinados.
Y si bien desde 2014, cuando hizo el salame de 16,1 metros venía destacándose por sus récords, el 19 de octubre había perdido la marca en manos de Giles, que armó un salame de 356,66 metros. Sin embargo, este sábado, la escribana Marcela Lorea fue la encargada de certificar los 401,73 metros alcanzados y devolverle los lauros a la ciudad serrana.
“El Salame de Tandil, lleva en su sabor la esencia de nuestra tierra. La tradición y esa identidad que nos une a los tandilenses. Cada bocado cuenta un pedacito de nuestra historia y, al mismo tiempo, nos recuerda el valor de lo que somos y lo que hacemos juntos”, destacó el intendente Miguel Lunghi.
Se utilizaron más de 1000 kilos de carne fresca y especias para elaborar el salame, que pesó alrededor de 700 kilos. Fue trasladado con la ayuda de un camión y una grúa debido a sus dimensiones.
Alrededor de las 19 horas el salame llegó al pie de la Diagonal Illia del Parque Independencia. Desde allí, fue llevado hacia la zona de medición a pie por más de 50 voluntarios que también fueron los encargados de elaborarlo. Los últimos metros de salame fueron medidos en el escenario y alrededor de las 22 horas se dio a conocer la medición final.
Los 401,73 metros de salame se ofrecieron como degustación de los asistentes del festival durante los dos días. Fueron más de 10.000 porciones de salame en las mesas dispuestas a lo largo de la Diagonal Illia. También se pudo degustar en los hoteles, restaurantes y bares de Tandil durante el domingo 3 de noviembre tanto por los vecinos como por los turistas.
(DIB)