Al terminar el mes de agosto comienza a cambiar lentamente la circulación general de la atmósfera, terminando el período del invierno que suele estar caracterizado por presentar fenómenos más débiles, como lloviznas o lluvias escasas, para ingresar en el mes de septiembre, con una tendencia más primaveral.
Este cambio de condiciones está asociado a la aparición de las primeras tormentas de la época, coincidentemente con el 30 de agosto, la mítica fecha de “Santa Rosa de Lima”. No siempre se da este fenómeno, y mucho menos de manera generalizada, por lo que sólo algunos sectores pueden presentar tormentas en fechas cercanas al 30 de agosto.