El 18 de agosto se celebró el Día Internacional del Pinot Noir, una de las cepas más sofisticadas y con más adeptos del mundo.
La variedad Pinot Noir es de los cepajes de mayor antigüedad y está presente en todo el mundo, sobre todo en regiones frías, aunque está asociada especialmente a la región francesa de Borgoña.
También se encuentra en regiones vitícolas donde los vinos elaborados con esta variedad han logrado buena reputación, como el valle del Willamette de Oregón, Carneros, la Costa Central y la zona del Río Ruso (Russian River) de California, la región surafricana de la bahía Walker, Tasmania y el valle de Yarra de Australia y las regiones de Central Otago, Martinborough y Marlborough de Nueva Zelanda.
Esta variedad se usa para la elaboración de vinos espumosos en la región de Champaña y en otras regiones vitivinícolas. Se considera que produce algunos de los vinos más elegantes del mundo.
Es una variedad difícil de cultivar y de vinificar. En nuestro país se encuentra especialmente en Mendoza, Neuquén y Río Negro.
La variedad se caracteriza fenotípicamente por sus hojas medianas, en su mayoría enteras, de textura gruesa, algo plegadas y poco contorsionadas, de tamaño mediano a chico, orbicular, ampollado grueso, con dientes pequeños, tendencia a agudos, seno peciolar en V bordes con tendencia a lira. Punto peciolar verdoso. Pecíolo corto, glabro, coloreado. Racimo pequeño, bien lleno a compacto, cilíndrico, alado, con bayas pequeñas, esferoides, negro-azulado y de pulpa blanda.
(Noticias AgroPecuarias)