Desde OSPEDYC explican qué es, cuáles son los síntomas, cómo se produce y cómo se previene la intoxicación por monóxido de carbono, enfatizando en la importancia de revisar las instalaciones de gas del hogar, y tomar las precauciones necesarias.
Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, las intoxicaciones por monóxido de carbono son más frecuentes debido al uso de los calefactores y artefactos, por lo que se hace imprescindible alertar a la sociedad y tomar precauciones evitando la exposición al gas.
El monóxido de carbono es un gas venenoso, sin color ni olor, conocido como «el asesino invisible». Este gas se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gas oil, nafta.
“Al ser tan imperceptible, es necesario tomar medidas preventivas. El monóxido ingresa al cuerpo a través de la respiración y va reemplazando al oxígeno en el torrente sanguíneo, provocando la hipoxia (disminución en la cantidad de oxígeno) de los tejidos, lo que conlleva al sufrimiento de distintos órganos, principalmente el corazón y el cerebro”, comenta Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
¿Cuál es el principal riesgo por intoxicación a causa del monóxido de carbono?
La Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC señala que, “el principal peligro de este tipo de intoxicación es que en muchos casos las personas no son conscientes de los síntomas, los cuales pueden variar de un individuo a otro”.
Síntomas a causa de esta intoxicación
Dolor de cabeza.
Náuseas o vómitos.
Mareos, acompañados de cansancio.
Letargo o confusión.
Desmayo o pérdida de conocimiento.
Alteraciones visuales.
Convulsiones.
Estado de coma.
El Haj agrega: “Quienes tienen mayor riesgo de intoxicación son los más pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores y aquellos que habitan en zonas de gran altitud”. (Grupo La Provincia)