Para este mes advierten por ‘tormentas severas’ pero regiones con registros ‘bajo lo normal’ , como la pampeana. Luego se esperan días con heladas, más específicamente desde el 21 de marzo.
(NAP) Con las lluvias ocurridas este fin de semana “se espera que durante febrero se reactiven gradualmente las lluvias y se moderen las temperaturas (pero) debe tenerse en cuenta que el proceso volverá a ser irregular y que su comienzo vuelva a observar la liberación de grandes cantidades de energía, con probables eventos de tormentas severas, con vientos huracanados, aguaceros torrenciales y posible caída de granizo, causando pérdidas materiales y de vidas”.
Así lo resaltó el Informe Mensual de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que concretamente señaló que habrá “una notoria irregularidad espacial y temporal”.
la BCBA dio la nota de esa situación por regiones: “el Verano 2024 finalizará con acumulados de lluvias normales a superiores a lo normal en la mayor parte del Paraguay, el centro y el sur del Brasil, y el centro y el norte de La Argentina”.
“Contrariamente, el este de Cuyo, la mayor parte de La Pampa observarán registros bajo lo normal, mientras Buenos Aires recibirá aportes abundantes en sus porciones norte y sudeste, y bajo lo normal, en el resto de su extensión”.
Los calores moderarán su intensidad y reducirán su frecuencia, a la vez que comenzarán a producirse entradas de aire polar de vigor creciente, aunque sin llegar a causar heladas estivales, como durante la temporada precedente.
Otoño
La Bolsa de Buenos Aires indicó que hacia el inicio del otoño, se incrementará la actividad de los vientos polares y, aunque el inicio de la temporada de heladas tendrá lugar entre mediados y finales de la estación, se producirán fuertes tormentas cordilleranas tempranas, inundando el Cono Sur con una masa de aire fresca y seca muy estable, poniendo fin rápidamente a la temporada de lluvias.
Sólo partes del NOA y del Paraguay, el norte y el centro de la Mesopotamia, el Planalto del Brasil, y otras zonas aisladas, recibirán precipitaciones cercanas al rango normal, mientras la mayor parte del área agrícola registrará aportes escasos, causando una rápida caída de las reservas de humedad de los suelos.
Hacia el final del Otoño, se incrementará la influencia de los vientos polares, teniendo lugar marcados descensos térmicos, comenzando a producirse heladas localizadas y generales.
“El presente informe confirma lo ya dicho, respecto a la necesidad de una gran dosis de previsión, un cuidadoso manejo y un uso inteligente de la tecnología, para superar los desafíos que se presentan, aunque algunas zonas no lograrán una recuperación completa”, apuntó Eduardo Sierra, el ingeniero agrónomo especializado en Meteorología autor del informe. (Noticias AgroPecuarias)