La compañía BASF organizó una gira en Buenos Aires y Santa Fe para periodistas agropecuarios de Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Se visitó el centro de investigación y desarrollo de Rojas, Buenos Aires y, la planta de producción de biológicos en Santo Tomé, Santa Fe.
(NAP) En 2050, se estima que habrán aproximadamente 10.000 millones de habitantes, un 70% de ellos vivirá en ciudades, habrá un 50% de aumento en el consumo de energía primaria y un 50% de aumento en la cantidad de alimentos necesarios.
La producción agrícola de los países exportadores se enfrenta a esta coyuntura, con todas los desafíos y oportunidades que representa.
BASF, una compañía líder a nivel mundial con más de 170 años de trayectoria, organizó una gira con periodistas de Argentina, Uruguay, Paraguay. Brasil y Bolivia por Buenos Aires y Santa Fe para mostrar las líneas de trabajo, especialmente en semillas, productos biológicos y digitalización para producir más, con menos y siento cada día más sustentable, se informó desde la compañía, consignó la firma en un comunicado de prensa.
“Desde BASF estamos trabajando en la sustentabilidad entendiéndola también como desarrollo económico, porque se necesita volver a invertir, innovar y abastecer una población mundial en crecimiento”, dijo Gustavo Portis, Director de Soluciones de BASF para Latinoamérica desde el Centro de Desarrollo Tecnológico de BASF en Rojas, Buenos Aires.
“Debemos usar cada vez menos recursos para producir y si es posible buscar mecanismos de compensación que permitan al planeta recuperar su estado, y lo tendremos que hacer por años”, agregó.
Portis expresó que al día de hoy estamos consumiendo más de lo que estamos entregando, y el proceso de reversión que se está realizando no es tarea solamente del sector productor de alimentos, sino de toda la sociedad.
“La agricultura tiene grandes desafíos porque desde el desconocimiento se tiende a pensar que está destruyendo la biodiversidad, cuando por el contrario, en América Latina, la agricultura está devolviendo carbono”, estableció Portis.
En este sentido, sostuvo que el propio agricultor es quien cuida de su campo porque es una cuestión casi hereditaria, pasional y es común en los diferentes países. “Cuidar la tierra y el capital para un agricultor es cuidar el legado que va a dejar a sus hijos y su familia, pensar que el agricultor hace algo malo con la tierra es casi contra natural”, dijo.
No obstante, uno de las principales metas es poder mostrar esto. En momentos en donde se discute el acuerdo del Mercosur y la Unión Europea, “debemos mostrar que aquí se produce buena parte de los alimentos y energía que el mundo necesita, y se hace de forma sustentable”.
A modo de ejemplo, Portis habló de la siembra directa en Uruguay y Argentina o incluso la ley de uso y manejo de suelos de Uruguay, aspectos que no existen ni en el “primer mundo”.
En ese proceso de dar el privilegio y el poder al agricultor está trabajando BASF, buscando medir todos los procesos productivos y generar negocios para el agricultor que además tengan considerada la captura de carbono. “Sudamérica tiene en el mundo una posición privilegiada”, cerró en este sentido.
ROJAS.
El site de investigación y desarrollo de Rojas fue construido hace unos 6 años como una estación experimental de futuro, viendo las necesidades que tiene el agricultor y “pensando con sus botas y su sombrero”, ya que “no solo se preocupa por una enfermedad sino en el proceso productivo en su conjunto”, con la rotación de cultivos, situaciones climáticas, manejo de malezas, aplicación de tecnología y cómo realizar ese proceso de forma sustentable y eficiente, permitiendo también su rentabilidad.
“Trabajamos en las características biotecnológicas, ya sea con mecanismos transgénicos o convencionales, que en variedades o híbridos otorgan características que permitan una mejora, como resistencia a herbicidas, tolerancia a ambientes adversos como salinidad o sequía o incluso con el foco en aumentar los rendimientos”, dijo Portis.
“También estamos trabajando en tomar esas incorporaciones de genes y transferirlos a las variedades que más se adaptan a las diferentes regiones agronómicas de Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay”, sostuvo.
Conjuntamente, BASF está trabajando en soluciones muy amplias, desde qué modelo de siembra hacer, ayudas de información digital, algoritmos que permiten historia de lotes, de ambientes, fotografía aérea, tipo de suelo, lluvia o las variedades que se usen. “En Uruguay por ejemplo estamos desarrollando híbridos de arroz y ya podemos identificar el desarrollo en cada lote y eso nos ayuda a sacar conclusiones, como si hay que agregar fertilizante o manejo de agua con imágenes satelitales respaldadas por nuestro software XARVIO”, explicó Portis.
SANTO TOMÉ. En Santo Tomé, Santa Fe, se construyó hace 11 años la planta que produce biológicos para todo Latinoamérica. En este caso por ejemplo, se abastece de inoculantes a todo el mercado uruguayo. El desarrollo de fertilizantes biológicos busca sustituir el nitrógeno, que en vez de obtenerlo del suelo lo hace de la atmósfera, generando una agricultura más sustentable. Además, en dicha planta se producen promotores de crecimiento, biofungicidas, bioinsecticidas, bionematicidas, polímeros y colorantes(Noticias AgroPecuarias).