Más del 90% de los argentinos que invierten en pesos lo hacen mediante billeteras electrónicas no bancarias o en plazos fijos bancarios. Dilucidamos las principales diferencias de los instrumentos de inversión implicados a los fines de facilitar la elección más conveniente para el público inversor. Por MARTÍN FRANCISCO LÓPEZ La inversión en las dos billeteras electrónicas no bancarias más populares (las “fintech” MERCADO PAGO y UALÁ) resulta en la suscripción o compra de pequeñas partes llamadas cuotapartes de un fondo común de inversión (instrumento de inversión colectiva), que funciona destinando el capital a la adquisición de activos de renta fija de corto plazo, y es regulado y supervisado por la Comisión Nacional de Valores. En base a la descripción precedente, se analizan a continuación las principales diferencias que se pueden distinguir entre los plazos fijos bancarios y los mencionados fondos comunes de inversión, a los efectos de facilitar la elección de la inversión más conveniente para el público inversor: TIEMPOS DE COLOCACION. En los plazos fijos bancarios, el tiempo mínimo de colocación es de 30 días, incluso en las opciones “precancelables”, por lo que la inversión estará inmovilizada dicho período. En tanto, en los fondos comunes de inversión con los que operan las billeteras electrónicas no bancarias, el plazo máximo de pago de los egresos de la inversión o rescates solicitados, es de 1 día hábil, siendo en la práctica efectuados de manera inmediata. RIESGO DEL CAPITAL INVERTIDO. Los plazos fijos bancarios por lo general se encuentran asegurados por hasta $6.000.000 mediante un sistema de seguro de garantía regulado por el Banco Central de la República Argentina, motivo por el cual el riesgo de pérdida del capital hasta ese monto es nulo. En tanto, si bien los fondos comunes de inversión aquí examinados tienen como objetivo primario preservar el valor del patrimonio del fondo y, por ende, un bajo riesgo de pérdida del mismo, el valor de los activos autorizados con los que pueden operar (valores negociables, instrumentos financieros y otros activos financieros de renta fija de corto plazo) está sujeto a fluctuaciones de mercado, y a riesgos de carácter sistémico que no son diversificables o evitables, que pueden significar incluso pérdidas en el capital invertido en situaciones muy específicas. TIPO DE RENTA. Los plazos fijos “precancelables” -si se mantiene la colocación hasta el final- y los “tradicionales”, son activos de renta fija, toda vez que se sabe de antemano cuánto dinero se obtendrá al finalizar un determina plazo. En cambio, los fondos comunes de inversión aquí analizados son de renta variable, es decir, los porcentajes de rentabilidad que los fondos suelen arrojar y publicar se corresponden a rentas obtenidas proyectadas a futuro, que no implican que efectivamente se cumplan, pudiendo ser más altos o más bajos, e incluso en raras ocasiones registrarse rendimientos negativos, como sucedió el 12 de agosto de 2019 con el fondo común de inversión que la plataforma MERCADO PAGO ofrece a sus usuarios. RENTABILIDAD. Los fondos comunes de inversión con los que operan las billeteras electrónicas no bancarias, por lo general, tienen una rentabilidad inferior a la que ofrecen los plazos fijos bancarios, dado que, si bien invierten en activos autorizados con similares rendimientos, se encuentran obligados a mantener sin colocar y en cuentas a la vista, un monto importante en concepto de margen de liquidez para hacer frente de forma rápida a los rescates o egresos de dinero solicitados por el inversor. En adición a ello, en tales instrumentos de inversión colectiva se abonan honorarios por la administración y custodia de su patrimonio y, eventualmente, comisiones de suscripción y rescate y otros gastos a cargo del fondo, los cuales reducen la rentabilidad. Por otra parte, es importante destacar que esta rentabilidad reducida se encuentra en gran medida compensada en los casos de reinversión inmediata de los rendimientos obtenidos diariamente. Es por estas diferencias que, la inversión en uno u otro instrumento dependerá de las necesidades de cada inversor en cuanto a liquidez, aversión al riesgo y rentabilidad esperada y/o deseada. Por otra parte, existe un instrumento de inversión intermedio a los dos citados que ofrecen algunas billeteras electrónicas no bancarias como NARANJA X, las llamadas cuentas remuneradas (brindadas también por bancos digitales), donde el dinero se encuentra a disposición del ahorrista de manera inmediata y se obtienen rentas fijas predeterminadas devengadas diariamente por el efectivo allí depositado, pero que cuentan con una rentabilidad inferior al plazo fijo al establecerse topes a la cantidad de dinero a retribuir y/o al prometerse tasas de retorno de la inversión sensiblemente más bajas. Asimismo, las cuentas remuneradas carecen del seguro de garantía regulado por el Banco Central de la República Argentina, por lo que el riesgo del capital invertido radica únicamente en una insolvencia de la entidad en la que se depositan los fondos. Por último, resulta menester destacar que en enero de 2023, el Banco Central de la República Argentina aprobó la creación de un plazo fijo electrónico que será transferible, compensable y divisible. Esta interesante inversión que se encontrará operativa plenamente a partir de noviembre de 2023 e instrumentada mediante un Certificado Electrónico para Depósitos e Inversiones a Plazo (CEDIP), permitirá entre otras cosas y a través de su fraccionamiento, disponer inmediatamente de importes menores al monto original invertido, manteniendo el resto de la colocación las mismas condiciones pactadas, y obteniendo el inversor liquidez por el monto que necesita. Es decir, se eliminará la mayor debilidad del plazo fijo que deviene de la inmovilización del capital por un plazo mínimo de 30 días. Habrá que esperar cual es la aceptación del público inversor para verificar si este nuevo instrumento -que a priori luce como una opción superadora- termina desplazando a los clásicos plazos fijos, cuentas remuneradas y fondos comunes de inversión aquí mencionados.
Sobre el autor de la nota: MARTIN FRANCISCO LOPEZ ES CONTADOR PUBLICO (UBA), DIPLOMADO EN PREVENCION DE LAVADO DE ACTIVOS, COMPLIANCE Y CONTROL DE RIESGOS (UNSAM) Y EXPERTO EN MERCADO DE CAPITALES (IAMC)