Vivimos apurados, nos corre el tiempo y el tiempo es dinero. Vivimos en una sociedad tan rápida que naturalizamos todo. Naturalizamos las formas de ver las cosas, los tratos y maltratos, el poder de establecimientos o de gente que tiene el control sobre nosotros. Vivimos en una rueda que gira constantemente y que no puede parar por vos, por mi o por nadie. Pongamos un pie en el freno y detengámonos en La violencia, es este caso la violencia más naturalizada de todas, la obstétrica, vamos a definirla:
“La violencia obstétrica es sólo una clase entre las tantas agresiones que sufren las mujeres, pero quizás una de las más habituales debido al poder de la institución médica, legitimada por un saber académico del que muchas veces se abusa.”
Hablar con personas y encontrarte con el mismo discurso de: “A mí me pasó” “y que le vas a decir” “En ese momento te tenés que entregar” es algo tan común como los casos que suceden día a día. El poder que se ejerce por sobre las mujeres que estamos por parir, la humillación, la falta de información de lo que te van haciendo, la deshumanización en un momento tan especial como es el nacimiento de un hijo, el tomar decisiones sin consultar y muchas veces, aunque parezca increíble, la burla y los chistes que se hacen sin importar herir o hacer sentir mal. Nadie está ajeno a esto, clínicas privadas, hospitales públicos.
La Ley 25.929 de parto humanizado es un respaldo legal a nivel nacional para todas aquellas mujeres que sufren este tipo de violencia. Denunciar más allá de que el hecho ya haya sido consumado es una forma de aportar a que no vuelva a suceder, informarte vos y tu compañero, compañera o quien hayas elegido para que este en ese momento también es una forma de prevenir este tipo de prácticas.
El observatorio de violencia Obstétrica (O.V.O) cuenta hoy por hoy con una red nacional que permite recolectar y sistematizar, realizando una estadística de cada lugar, todos los testimonios de mujeres que pasaron por este tipo de violencia, si, es violencia, violencia obstétrica, llamarlo por su nombre eso tenemos que hacer para dejar de acostumbrarnos. En la ciudad de 9 de Julio también se puede realizar esta encuesta que formará parte de la recolección de datos de manera local. Hablar, difundir lo que pasa es una forma también de prevenir futuros casos. Corina Guergo es Doula (Son las mujeres, en su mayoría madres, que acompañan a otras mujeres en su camino a la maternidad. Su labor fundamental es dar apoyo, tanto físico como emocional, durante el embarazo, el parto y el puerperio) y encargada de realizar estas encuestas que ella manda al O.V.O. Corina vive en 9 de Julio, quizás muchos no saben de ella ni de su labor y acompañamientos con embarazadas tratando de evitar este tipo de procesos, pero créanme que lo vale. Solo con escribirle, buscarla en Facebook, y plantearle todas sus dudas o inquietudes ella va a poder colaborar.
Dejemos de acostumbrarnos a esto, dejemos de creer que por ser mujeres debemos “entregarnos” a personas que nos hagan lo que quieran sin decirnos que, que nos pongan un suero sin saber que tiene y de que nos humillen creyendo que estar en esa situación de vulnerabilidad total las o los hace más grandes. Evitemos también de que nos corra el tiempo, la inmediatez, el trabajo en serie y el dinero. Hagamos que ese momento sea único, que podamos contar como fue sin que se nos oprima el pecho de acordarnos. Debemos sentirnos respetadas, acompañadas e informadas a cada instante de lo que se le practica a nuestro cuerpo. Aprovechemos lo lindo que es traer un hijo al mundo, hacerlo con amor y tranquilidad para que sea algo inolvidable.
Si te pasó algo así todavía podes hacer la denuncia, llama gratuitamente al 0800-222-3444 del Ministerio de Salud de la Nación, o sino al 144. Entre todas y todos podemos evitar que esto siga pasando acá en 9 de Julio o donde estés-.