(Por Prof. Fernando “Cocó” Maineri)
El ejercicio físico promueve la recuperación y previene las recaídas ante una adicción.
Es muy frecuente que encontremos en las personas en recuperación tengan dificultades en implementar un plan de acondicionamiento físico porque, creen que enfocarse en dejar el consumo es algo que ya les demanda mucho trabajo y energía. A pesar de ser esto algo entendible, volver a realizar actividad física es una acción concreta que mejora de manera considerable el tratamiento y el pronóstico de muchas personas.
La actividad física regular puede disminuir los síntomas físicos, psicológicos, sociales y espirituales de la recuperación temprana. Un programa físico de entrenamiento va a ser un aliado importantísimo para prevenir las recaídas en el futuro.
No es necesario ser un atleta olímpico, ni hace falta vivir dentro de un gimnasio, solo es necesario ejercitarse con regularidad.
Lo importante es, que cuando haces ejercicio, USAS TU CUERPO PARA CURAR TU CEREBRO, y haces retroceder a la enfermedad de la adicción.
En pocas palabras el ejercicio físico:
. Te ayuda a poner las sustancias químicas del cerebro nuevamente en balance. La ejercitación moderada incrementa los niveles de dopamina, serotonina, endorfinas, encefalinas, y otras sustancias, de la cual una persona se ha hecho dependiente, el cerebro se ha adaptado a funcionar con niveles elevados o alterados y el ejercicio las nivela.
. Estimula el crecimiento y desarrollo de neuronas a través de la liberación a través de una proteína llamada Factor Neurotrópico, derivada de las neuronas. Esta sustancia liberada tras el ejercicio protege y nutre las neuronas existentes haciéndolas funcionar y comunicarse mejor, lo cual aumenta la memoria y la habilidad para aprender. Promueve, además, el crecimiento de nuevas neuronas en el sistema límbico.
. Permite tener una mejor salud para poder curar más rápidamente cuando estas enfermo o lastimado..
. Ayuda a que cambiemos nuestra vida por una mejor, reduciendo la soledad y el aislamiento, típicos de personas con adicción, haciéndolos sentir socialmente mucho más activos.
. SE reduce el deseo de consumo, el insomnio, la ira e irritabilidad, la pérdida de memoria a corto plazo, la inquietud, la tensión física y los pensamientos que rápidamente cruzan la mente de personas en recuperación temprana.
. Mejora la motivación, la planificación y la ejecución de tareas.
. Nos pone en contacto con nuestro cuerpo, así mejora la imagen que tenemos de nosotros mismos. Contribuye también con la práctica de la meditación, la conciencia plena y la espiritualidad, proyectando una renovada esperanza en la recuperación.