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jueves, 28 noviembre, 2024

Haber realizado un tratamiento para el cáncer, ¿afecta a la fertilidad?

Hoy 4 de junio se conmemora el Día Mundial de la Fertilidad, iniciativa cuyo objetivo es llamar la atención de la población sobre los problemas que afectan a la misma. La Asociación Civil Linfomas, Mielodisplasias y Mielofibrosis de Argentina (ACLA) brinda información sobre el impacto real que los tratamientos para pueden tener sobre la posibilidad de tener hijos.

Fertilidad hace referencia a tener la capacidad de concebir, o poder tener un hijo. Para las mujeres, la fertilidad significa que pueden quedar embarazadas por medio de la actividad sexual normal y que pueden llevar al bebé durante el embarazo. Para los hombres, la fertilidad significa que pueden engendrar un hijo por medio de la actividad sexual normal. Contrariamente, la infertilidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad del sistema reproductivo definida por la imposibilidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más, a través de relaciones sexuales regulares sin protección.

El diagnóstico de cáncer es una de las peores experiencias en la vida de las personas, en la cual se inicia un duro camino, sometiéndose a los diferentes tratamientos, con el objetivo de curarse de este padecimiento. Sin embargo, algunas personas que han padecido algún tipo de cáncer y han logrado superarlo, enfrentan una preocupación derivada de los tratamientos: la infertilidad.

Los tratamientos de radioterapia y quimioterapia que se utilizan para combatir al cáncer pueden afectar tanto a la fertilidad masculina como femenina, provocando infertilidad temporal o permanente. Sin embargo, el riesgo va a depender de varios factores como: tipo de tumor, estadio y ubicación; edad y sexo del paciente; tipo y dosis de fármacos utilizados durante la quimioterapia; la dosis de radiación y parte del cuerpo a la que se dirige la radioterapia y el estado de la fertilidad antes de la terapia contra el cáncer.

Con respecto a la infertilidad masculina, la quimioterapia provoca una rápida división tanto de los espermatozoides como las espermatogonias (células madre del testículo). La radioterapia afecta a la célula madre que produce los espermatozoides (sobre todo si la radiación se dirige hacia los testículos). En el caso de la infertilidad femenina, las consecuencias de los tratamientos son: la disminución de la reserva ovárica (la edad es un factor importante, ya que cuanto más joven sea la mujer, mayor posibilidad tiene de seguir conservando una pequeña parte de sus óvulos después de superar el cáncer), riesgo de sufrir fallo ovárico prematuro o menopausia precoz. También puede causar daños en la implantación del embrión, abortos espontáneos o bebés prematuros.

Algunos de estos problemas de infertilidad pueden tener una solución a partir de la decisión de preservar la fertilidad mediante algún método, por eso es importante consultar a un especialista sobre diferentes alternativas antes de iniciar el tratamiento oncológico. Algunas alternativas en hombres y mujeres son:

  • Congelación de semen: es una técnica muy sencilla en la cual solo se recoge una muestra de semen por masturbación. Lo más importante es realizarlo antes de comenzar el tratamiento oncológico.
  • Criopreservación de tejido testicular: consiste en la extracción, la congelación y el almacenamiento de tejido testicular, que luego puede reimplantarse para restaurar la fertilidad tras el tratamiento oncológico. En el caso de los niños que todavía no han alcanzado la pubertad, ésta es su única opción para preservar la fertilidad.
  • Vitrificación de óvulos: consiste en realizar una estimulación ovárica para la obtención y congelación de los óvulos. Posteriormente, éstos podrán utilizarse en un tratamiento de fecundación in vitro para conseguir el embarazo. Cabe destacar que este proceso requiere de un tiempo, el cual no muchas pacientes disponen antes de empezar con la quimioterapia o radioterapia.
  • Ovariopexia o transposición ovárica: los ovarios se trasladan quirúrgicamente a otro lugar del cuerpo, alejado de la zona que recibe la radioterapia, para así evitar el daño.
  • Maduración in vitro de ovocitos: consiste en la recogida de óvulos inmaduros del ovario y su posterior maduración en el laboratorio para que puedan utilizarse más adelante en un tratamiento de fecundación in vitro. Se utiliza en los casos en los que no hay tiempo o no es posible realizar una estimulación ovárica.

Se aconseja que, ante un diagnóstico de cáncer, se consulte al oncólogo cuáles son las posibilidades para preservar la fertilidad luego de un tratamiento, teniendo en cuenta que los mismos no son sinónimo de infertilidad para muchos de estos padecimientos. Desde ACLA podemos dar fe de ello: en nuestros más de 15 años de existencia, hemos tomado contacto con muchos pacientes que, luego de un tratamiento, han logrado tener hijos; incluso varios de esos casos lo consiguieron por métodos 100% naturales.

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