(Por Lic. Magdalena Maineri)
El gaslighting o “luz de gas”, es conocida como una forma cautelosa de manipulación y control psicológico. Se manipula la percepción, el juicio, y la memoria de la víctima. La victima recibe información falsa que le hace cuestionar lo que sabe que es verdad, en especial sobre si mismos. La víctima experimenta duda cuando el gaslighter insiste en que está mal lo que piensa, siente, o recuerda. Se les ataca a su sentido de identidad y autoestima.
¿Para qué lo hacen? Lo hacen para tener poder sobre la víctima, ya sea porque disfrutan hacerlo, o porque se quiere controlar emocionalmente, física o económicamente a su víctima.
¿Qué tácticas usa? En un primer momento comienza a mentir con cosas simples, pero de a poco, aumentará la información errónea y puede empezar a acusar a la víctima. Puede poner incluso en contra de la víctima, a sus propios seres queridos.
Estas cosas provocan cambios en la persona, lo que es psicológicamente devastador. Por ejemplo, desconfianza sobre sí misma, comienza a olvidar lo que valoraba de sí, se siente culpable por confiar mucho, deja de lado las relaciones, ya que esto le genera malestar y desconfianza.
El gaslighting solo funciona cuando la víctima no es consciente de lo que está pasando. Una vez que podes darte cuenta del patrón, es más fácil combatirlo.
No es sencillo salir de relaciones que nos hacen mal, (y no solo nos referimos a relaciones amorosas), pero, por suerte, hoy en día hay muchas más herramientas y espacios para que cada persona comience a sentirse cómoda y trabajar para revertir esa situación.
Ante cualquier inquietud, no dudes en escribirme para una atención virtual o presencial.
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