Tijuca: El “nuevo” Río de Janeiro
Por: Cecilia Lastiri
Cuando hablo de Río de Janeiro, recuerdo una conversación que tuve hace años con un paulista … me dijo al pasar, muy en broma pero muy en serio, que el cristo redentor está con los brazos abiertos esperando que los cariocas trabajen, ese día, iba a aplaudir…!! Esta rivalidad paulista – carioca, siempre fue así…allí dicen que en San Pablo, ubicado en la sierra a 80 km del mar, es la única ciudad que trabaja en Brasil, y que todos los que viven en el litoral, en la zona de playas, no trabajan, disfrutan…es que es difícil ir a trabajar en ese marco de vacaciones “permanentes”, y Río de Janeiro sigue creciendo…
La playa de “Pepe” es uno de los puntos de moda de la playa da barra de Tijuca, un lugar donde los jóvenes, famosos, artistas y practicantes de deportes se encuentran.
Este punto de la playa tiene este nombre en homenaje al gran campeón mundial de ala delta, que era uno de sus frecuentadores. El mar de agua verde ocupa 2 km de playa entre el mirador donde golpean las olas que pertenecían al campeón.
En los kioscos se puede encontrar todo tipo de jugos y sándwiches naturales, y, por supuesto, agua de coco. Hay también opciones de cafeterías , bares y restaurantes con gastronomía variada y fresca, bien carioca!!
En la avenida costera se puede ver gente haciendo footing, andando en bicicleta o simplemente disfrutando de la vista. La actividad física allí es tan natural como el agua.
Por la noche el lugar se pone más atractivo donde la playa es escenario para eventos de música , fiestas de año nuevo y carnaval de calle.
Explosión demográfica
Hasta finales de los años setenta, la zona era tierra de pescadores. Pero luego comenzaron a llegar las empresas, especialmente de capital extranjero, y poco a poco la Barra fue convirtiéndose en un sector comercial y económico muy pujante, a tal punto que las estadísticas muestran que el área, de clase media alta, recibió unos 125.000 nuevos residentes durante la última década.
Esta explosión demográfica no es casual, sino que tiene que ver con que Barra da Tijuca tiene morros, bosques, palmeras y clima tropical, además de su propio autódromo. Y a tal punto llega el atractivo de la zona, que la cadena hotelera Sheraton la eligió para ubicar su segundo edificio en Río, y desde hace unos años es la principal atracción inmobiliaria de los sectores de mayor poder adquisitivo. No por nada fue bautizada como la Miami carioca …
Otro elemento fundamental que ayuda al avance de la zona es la laguna de Marapendi, dos espejos de agua de similar extensión unidos por una decena de canales a muy pocos metros del mar.
Pero el fuerte movimiento del mar también tiene un lado negativo: durante los días ventosos, que en realidad son muy pocos en las costas brasileñas, no es simple sobrevivir a las rompientes de esa inmensa masa de agua. Por eso un cartel señala que está prohibido nadar en tales condiciones. Sin embargo, eso no es impedimento para que muchas familias se acerquen a pasar el día.
Durante la semana reina la tranquilidad, con un puñado de extranjeros y mayoría de locales que disfrutan de una calma que la diferencia notoriamente. Sin embargo, sábados y domingos son miles los visitantes que llegan para vivir al menos por un rato la experiencia de la Barra, con su suave vida de playa y a la vez su compulsión por el shopping. Todo un estilo.