Cientos de manifestantes se convocaron en la plaza central a apenas pocos minutos de las 20 horas. El punto de encuentro fue el mástil y desde allí bordearon la plaza General Belgrano varias veces golpeando cacerolas y otros objetos ruidosos en señal de protesta contra las políticas de la Casa Rosada.
La manifestación, que fue una réplica de lo que se repitió en otros numerosos puntos del país, estuvo encabezada por una bandera celeste y blanca que se extendía de extremo a extremo de la calle con la leyenda «Democracia o DiKtadura».
Particiaron dirigentes de todo el arco opositor local y un detalle oportuno es resaltar que no se exhibieron banderas partidarias.
Padres, abuelos, hijos y nietos, en un ejercicio legítimo del derecho a manifestarse, se congregaron para decir “No” al atropello oficialista que pretende avanzar sobre la independencia de la Justicia.
La columna de manifestantes excedió la cuadra, una extensión que recordó, de pronto, aquellas columnas similares, en cantidad y en euforia, durante el trágico enfrentamiento entre el campo y el gobierno nacional durante el 2009.