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martes, 26 noviembre, 2024

Perfilación criminal: El circulo de Canter

Tipología de Canter, las temáticas predominantes.

(Por Marina Suárez, Técnica en criminalística y criminología)

Esta tipología busca variables estadísticas empíricas, no se centra en motivaciones, sino que propone centrarse en los comportamientos referidos por las victimas llevando así a un sistema de clasificación conductual.

El tema central de las investigaciones de Canter es el  trato a la víctima, afirmando que el trato esta dado como un objeto impersonal.

Se identifican cinco patrones conductuales:

Factor intimidad; el sujeto busca compensar su habilidad para entablar relaciones “normales” con una pareja.

Factor Sexualidad: el elemento esencial es la relación copulatoria.

Factor violencia: formado por tres elementos, poder, odio y sexualidad.

Factor impersonal: la víctima no es un “otro” sino un objeto.

Factor Criminal: se suman otros comportamientos criminales sin fin sexual.

Variables correlacionadas:              

En esta tipología encontramos cuatros variables relacionadas:

Hostilidad: poseen un estilo agresivo y obligan a la víctima a tomar el rol activo.

Control; procuran impedir que se realice la denuncia correspondiente.

Robo; se llevan objetos como fetiches.

Implicación, intentan involucrarse con la víctima, intentando a partir de allí entablar una relación.

La Hipótesis del Círculo

David Canter, junto con sus colaboradores, parten de una hipótesis por demás interesante: “los lugares de los crímenes están relacionados con el domicilio del criminal o con algún lugar importante para este”.

Este autor pudo observar que en los estudios realizados entre el cincuenta y setenta y cinco por ciento de los violadores vivían en un área que podía ser definida por un círculo cuyo diámetro uniera los dos lugares más alejados donde había atacado.

Canter llega a la conclusión referida anteriormente como consecuencia del análisis de cuarenta y cinco casos de agresores sexuales, del cual surge que treinta y nueve de ellos estaban domiciliados dentro del “círculo”. Según este autor, el criminal parte de su domicilio desplazándose de forma radial hasta los lugares en los que cometerá sus crímenes, regresando luego a la “seguridad de su hogar”, denominando a este tipo de abusadores como “merodeadores”.

Al resto de  agresores que no vivían dentro del círculo los denominó commuter o viajeros, agresores que viajan desde su domicilio hasta un área donde cometerán sus delitos.

Canter junto a Maurice Godwin, llegaron a la conclusión tras un estudio de homicidas en serie, que en la realización del perfil geográfico no solo hay que tener en cuenta la escena del crimen donde se encuentra a la víctima, sino que es muy importante conocer el lugar donde agresor y víctima entran en  contacto, ya que es este el lugar que más se relaciona con el domicilio de la víctima. Para ello es necesario conocer los pasos de la víctima, saber dónde fue vista por última vez, cómo y por qué llego hasta allí.

 

**Extraído del libro: “Perfiles Criminales” de Raúl O. torre y Daniel H. Silva.

Marina Suárez, Técnica en criminalística y criminología

                                                      

 

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