Sabías que pararte en un solo pie reduce tu riesgo de lesión, mejora tu postura corporal y tu calidad de vida.
Pararte en un solo pie puede traerte grandes beneficios, aunque sean bastante desconocidos para algunos. Y no hablamos solamente de la popular postura del árbol, en yoga, sino de un simple ejercicio que puedes hacer mientras, por ejemplo, te cepillas los dientes o miras la televisión.
La manera más sencilla es tomar un cronómetro y pararte en un pie durante 30 segundos. Luego, haces lo mismo, pero con la otra pierna. ¿Qué conseguirás con ello? En primer lugar, mejora tu equilibrio, algo que hemos perdido con el sedentarismo en los últimos tiempos.
Tener un mejor equilibrio, te ayudará –a su vez- a lograr una buena postura, disminuir las lesiones por caídas, te hará parecer más joven al caminar erguido y no encorvado, y podría hasta beneficiar tu estado de ánimo.
De hecho, algunos estudios han demostrado –indica BBC Mundo- que ésta sencilla práctica también es beneficiosa para tu cerebro. Y es que, mantener el equilibrio, además de que implica una notable coordinación cerebral, te permite hacer cosas diferentes sin pensar.
Sin embargo, hay un momento en que estas habilidades empiezan a perderse…
Dawn Skelton, fisióloga del ejercicio en la Universidad Caledoniana de Glasgow, Escocia, explica a BBC Mundo que «Desafortunadamente, comenzamos a perder nuestra capacidad de mantenernos erguidos desde aproximadamente la edad de 35-40, y de hecho, a veces, antes de eso”.
«El equilibrio requiere que simplemente estés de pie e interactúes con tu entorno regularmente. Y, no importa qué edad tengas, cada vez pasamos mucho más tiempo con nuestras pantallas».
¿Cómo recuperar el equilibrio?
En una palabra: desafiándolo. Una idea es incorporar breves momentos de inestabilidad en tu rutina, bien sea practicando actividades como Tai Chi, Yoga, o simplemente parándote en un pie por unos segundos.
Cada vez que lo haces, es una oportunidad para recalibrar tu cerebro, formando nuevas conexiones y fortaleciendo la coordinación entre oídos, ojos, articulaciones y músculos. explican.
Entonces, estos sensores en todas nuestras articulaciones y músculos siguen enviando retroalimentación al cerebro para que pueda aprender la mejor manera de mantenerte erguido.
Primero, intenta mantenerte en un solo pie con unos segundos sin problema. Luego, agrégale un grado de complejidad al desafío y cierra los ojos.
Las señales de los ojos –indica la BBC- juegan un papel importante en el mantenimiento del equilibrio, lo que ayuda a explicar por qué pararse sobre una pierna es mucho más difícil si cierras los ojos.
¿Lograste no caerte por 10 segundos con los ojos cerrados? Entonces, lo estás haciendo muy bien.
Cuando hayas dominado la postura de una pierna, puedes seguir afinando tu equilibrio haciendo caminatas en tándem, en las que practicas caminar como si estuvieras en la cuerda floja, con supervisión de un experto. (Urgente 24)