(Por Lic. Magdalena Maineri)
La alexitimia es una palabra que no es muy común en nosotros. Sin embargo, es un término que se utiliza para describir una condición psicológica que impide la identificación, control y expresión de las emociones propias y ajenas.
Según algunos estudios, se cree que un 10% de la población mundial sufre de alexitimia. Así mismo, no todos los individuos que sufren de esta condición, tienen el mismo grado de afectación, ya que según expertos, existen dos tipos: por un lado, la alexitimia primaria, más grave y consecuencia de una lesión cerebral producida, y por otro lado, la alexitimia secundaria, que aparece debido a un trauma emocional sufrido o un mal aprendizaje emocional. El trauma puede darse tanto en la infancia como también en la edad adulta, y sus síntomas pueden explicarse como parte del trastorno de estrés post traumático (ya que pueden ser derivados de una vivencia traumática). Pero también la alexitimia secundaria, puede ser causada por un trastorno depresivo, adicción a sustancias, entre otros.
Entre sus síntomas, aparece dificultad para verbalizar emociones, reconocerlas y utilizarlas como señales internas. Dificultad para localizar sensaciones del propio cuerpo. Tendencia a utilizar la acción como estrategia de afrontamiento ante situaciones conflictivas. Rigidez en la comunicación pre-verbal, con escasa mímica y pocos movimientos corporales. También tienden a llevar sus emociones al plano físico, por lo que aparecen somatizaciones.
Por eso, antes de emitir un juicio de valor respecto a otra persona, debemos tener en cuenta, que hay muchas cosas que pueden estar interfiriendo para que reaccione/accione de ese modo y nosotros la desconozcamos. La importancia de escuchar y brindar el espacio (y una oreja que escuche) para poder entender al otro.
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Diplomada en psico-oncología.
