Malestar por una tasa, no descartan iniciar acciones legales al municipio: Martilleros públicos manifestaron su malestar a raíz de una tasa municipal que grava por publicidad y propaganda la actividad sin discernir la escala de actividad de cada uno de ellos, lo que consideran injusto.
El impuesto es bimestral y comenzó a llegar ya a algunos martilleros y corredores públicos por estos días y grava por igual con 1350 pesos bimestrales en concepto de publicidad y propaganda tanto a quienes ejercen la actividad a gran escala como a los pequeñas y medianas inmobiliarias.
El nuevo impuesto había sido implementado hace varios años pero con valores “pero con valores insignificantes, similar a las ciudades aledañas”. Aunque el año pasado, ante los intentos oficiales de aumentar el valor hubo un conflicto y habíamos llegado a un acuerdo de adecuarla a un valor razonable con el intendente Walter Battistella. Por eso no se aplicaba”, explicó una de las portavoces de los martilleros locales, Alejandra Spinacci.
Sin embargo, con la aprobación de la última Ordenanza Fiscal e Impositiva que se realizó con la nueva gestión, el impuesto no sólo comenzó a aplicarse sino que lo hizo con aumento. Algunos martilleros locales manifiestan su desacuerdo y la consideran “injusta” debido a que grava de la misma manera a todas las inmobiliarias, independientemente del grado de actividad y del tamaño de cada una de ellas. Dos martilleras de Nueve de Julio, Norma Orlando y Alejandra Spinacci, portavoces de un grupo de colegas, manifestaron su malestar. “La ordenanza no toma en cuenta la actividad de trabajo en particular que tiene cada uno de los martilleros. Además existe otra tasa de 570 pesos fijos para quienes ponen carteles, tanto pongan uno o 40”, manifestó Spinacci.
“Hay inmobiliarias grandes, medianas y pequeñas por lo que lo vemos injusto. No se puede pagar una tasa tan alta mientras que en otros lugares se paga una tasa de 100 0 150 pesos”, agregó Orlando.
“En Carlos Casares directamente no cobra ninguna tasa y en otras ciudades, como Mercedes, pagan 150 pesos mensuales. En San Isidro, donde las propiedades tienen un valor mucho mayor, por ejemplo, hay una cuota de 1300 pesos anuales y acá lo quieren cobrar bimenstralmente”, agregó Spinacci.
A ello las martilleras suman que el último año la actividad sufrió un parate importante. “Recién ahora se está moviendo un poco más por lo que creemos que es perjuicio es mayor con esta tasa”.
Las martilleras ya juntaron las adhesiones de más de la mitad de la treintena de inmobiliarias que existen en la ciudad y realizaron un petitorio en el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mercedes, “quienes tomarán decisiones legales. Ellos son quienes están legitimados para actuar en representación de todos los afectados”, agregó Spinacci. Mientras tanto esperan la visita del presidente del Colegio de Mercedes, el Dr. Luis Eusebio Colao, para reunirse primero con todos los colegas y luego con el intendente y para solicitarle que revea la normativa. “Apelamos a la buena voluntad del intendente para que lo reciba y se llegue a buenos términos”, remarcaron.
Las martilleras no descartaron que, de no llegar a un acuerdo, podrían iniciarse acciones legales desde el Colegio de Mercedes contra el municipio.
Crónica del conflicto
En 2003 los martilleros públicos y corredores fueron reconocidos como profesionales. A partir de entonces deberían haber dejado de pagar la tasa municipal de Seguridad e Higiene porque dejaron de ser considerados comerciantes. Pero el municipio, por omisión o error, siguió cobrándola. Hasta que un martillero local inició juicio al municipio y lo ganó. Es así como entre 2008 y2010, con Battistella se crea una tasa de Publicidad y Propaganda que tenían que pagar las inmobiliarias de acuerdo a la cantidad de carteles que pusieran en las calles. Esto realmente era muy engorroso, tanto de controlar para el mismo municipio, como para los martilleros, cuya cartelería era demasiado móvil durante el bimestre.
A raíz de ello, un grupo de martilleros mantuvo una reunión con Marianela López (que era entonces secretaría de Gobierno); Eduardo Moscato (secretario de obras Públicas); el intendente, por entonces el Dr. Walter Battistella y donde acordaron pasar a tener una tasa fija bimestral,d ejando a un lado el pago por cantidad de carteles que colocaban en la vía pública. Pactaron por entonces un valor mínimo que no superaba, según recuerda el concejal Gastón Vaira, los 100 pesos. De esa reunión participaron todos los involucrados y quedaron todos conformes. A partir de entonces la tasa se fue ajustando año a año como se hacía con el resto de los tributos municipales.
Pero en 2013, los martilleros se encontraron que de pagar 250 pesos en 2012, pasarían a pagar 1000. Lo que nuevamente creó malestar y solicitaron, en vano, explicaciones oficiales. Entonces el Centro de Corredores de 9 de Julio decidió no pagar más. Con ello surgieron algunos inconvenientes porque no podían avanzar con algunos emprendimientos (no podían conseguir, por ejemplo, los planos para nuevos proyectos, si tenían alguna deuda con el municipio). Entonces muchas inmobiliarias tuvieron que ponerse al día, pero no por eso dejaron de sentir malestar y apoyando el reclamo de sus colegas. Este año, la tasa trepó a 1350. Y la discordia volvió.