En cada paso que damos, aprendemos, nos cultivamos de todo lo que nos rodea, asimilamos el entorno al que pertenecemos, como también de cada error y acierto cometido en nuestro andar. Transitamos la vida como esponjas con la necesidad imperiosa de conocimientos, a algunos los perseguimos con ansia sin miedo a la fatiga o al cansancio, a otros los vamos descubriendo como niños exploradores listos para aventurarse a lo desconocido, o simplemente hay de esos, que nos llegan por cuestión de azar. Los últimos, tal vez, son los conocimientos inesperados, aquellos que nos dejan grandes historias para relatar, ya que son las enseñanzas por casualidad las que completan la paradoja con lecciones memorables. Esa sed de aprender nos convierte en eternos curiosos, hallando respuestas o intercambiando saberes. Esa virtud de aprender y compartir el conocimiento es, sin duda, el gran objetivo en la vida de un soñador.
Las causalidades son una linda definición para los encuentros que sabemos fomentan grandes amistades. Más allá del interés reciproco de este nuevo vínculo, toda experiencia del saber es sumamente festejada como una victoria y eso sentí al conocer a Luis Prietto. Hombre de tierra, un erudito de raza, es de aquellas personas a las que debes escuchar con atención. Luis tiene 64 años, es hijo de colonos, inmigrantes italianos y españoles que se asentaron en la zona de Dos Arroyos al este de la provincia de Misiones. Su padre Ricardo y su Madre Josefina, fueron junto a un pequeño grupo, los pioneros sobre esas tierras, allí cultivaban y dedicaban su vida a la chacra. De esa tierra obtenían el sustento para alimentar a su familia, el campo era su propio supermercado asegura Luis. Por cuestiones de la vida tuvo que terminar sus estudios secundarios de grande, aunque eso no lo limitó en su propósito por aprender hasta llegar a ser un profesional y así fue que a los 22 años, junto a un amigo decidió emigrar a Corrientes para estudiar Ingeniería Agronómica. Cinco años de su vida dedicada al estudio y al trabajo, y hoy ese esfuerzo es producto de cada logro que cosecha en su haber.
Luis está lleno de anécdotas, conocimientos, de amigos que se embarcan en sus ideas y proyectos. Tiene un espíritu inquieto y con sus ganas de seguir en movimiento contagia a todos a su alrededor. Está casado con Rosa y juntos tienen dos hijos, Ricardo y Cecilia, que son el motor principal en la vida de este incansable buscador de conocimiento. Tras sus estudios universitarios volvió a su ciudad natal, comenzó a trabajar en los campos, como dice su hijo, la oficina de papá siempre fue la chacra. Así que a partir de su curiosidad se aventuró a un montón de proyectos para acompañar y colaborar con el productor de la zona. Uno de los más importantes y que comparte pasión con su hijo, es su programa de televisión MERCOSUR Y EL CAMPO, el cual, nace en 1998 emitido por CABLE NORTE TELEVISION en la localidad de Leandro N. Alem. El objetivo principal de este programa es informar, orientar y educar a la población de la zona sobre los productores, trasmitiendo sus experiencias, reconociendo cada lugar de la provincia que cuenta con actividades agropecuarias, forestales y ganaderas de la región en virtud de proporcionar los conocimientos desde quienes lo hacen día a día.
Luis y su hijo Ricardo toman este gran proyecto como una base de las oportunidades que les brinda crecer y dar a conocer la tierra colorada, esto los une y los identifica desde su ser. Transmitir para el otro las palabras de cada productor es la labor más gratificante que encontraron para poner en marcha este sueño. El programa es totalmente una invitación al descubrir, llegas a ellos y te sentís en un ambiente amistoso, totalmente colmado de historia y saberes que solo los que podemos citarnos en una charla con este gran hombre llegamos a apreciar.
La receta que creo puede identificar a este gran hombre es:
GUISO DE CORDERO CON MANDIOCAS FRITAS
Necesitás:
- Paleta de cordero 1 Unidad
- Cebolla 1 Unidad
- Fondo de cordero Cantidad necesaria
- Pimiento verde ½ Unidad
- Aceite de oliva Cantidad necesaria
- Ajo 2 Dientes
- Mandioca fritas 200 g
- Sal y Pimienta A gusto
- Vino tinto 100 cc
- Zanahoria 1 Unidad
- Harina cantidad necesaria
Puerros 2 Unidades
Procedimiento:
Corte la carne en cubos de 2 a 3 cm de lado y pase ligeramente por harina. Corte la cebolla doble ciselado. Corte la zanahoria y el pimiento en brunoise. Corte los puerros en paisana. En una sartén caliente con aceite de oliva dore los cubos de carne. Retire la carne, agregue más aceite y sude la cebolla. Añada la zanahoria, el puerro, el pimiento, el ajo, sal y deje sudar. En una cacerola disponga la carne, las verduras, sal, pimienta y lleve sobre fuego suave. Agregue el vino y cubra con fondo de cordero. Cocine hasta que se evapore el alcohol del vino y la carne tiernizado. Agregue más fondo de ser necesario. Corte las mandiocas con mandolina y lleve a freír Incorporarlas como guarnición al finalizar la cocción.