La presencia de la mujer en el sector del Agro es fundamental para que las productoras se vean acompañadas y contenidas bajo las mismas necesidades. Reconocerse en el esfuerzo mutuo y valorar el rol femenino dentro y fuera del campo es lo que impulsa a muchas a formarse y luchar por sus derechos. Este acompañamiento lleva a que el trabajo de todas esté reflejado por una par y que las carencias y dificultades a las que son sometidas históricamente sean plasmadas de forma certera y con la precisión de una persona que haya pasado por las mismas circunstancias. Encontrar asociaciones que buscan ser el apoyo y crear las formas para la defensa y el amparo de las mujeres en la ruralidad es sumamente importante para acercarlas de una manera más fiable. La empatía es el único medio por el cual se puede llegar a lograr la aproximación de las políticas de estado que cumplan con las demandas de este sector.
En la provincia de San Luis, en la localidad de Villa Mercedes, representando a la organización C.A.N.PO. Corriente Agraria Nacional y Popular, hace 5 años vive Alejandra Rizo. Junto a su movimiento, las mujeres rurales tuvieron la ardua tarea de reinventar y repensar las nuevas estrategias para acercarse a las productoras con el fin de continuar con las tareas de militancia. Hoy ella se encuentra en una provincia donde compañeros de su misma agrupación venían desarrollando trabajos en el sector agrario, trabajando en conjunto y haciendo visible la postergación de las necesidades de los trabajadores rurales. La alfabetización es una de las políticas que se acerca de la mano de jóvenes como Alejandra, y también el programa VERDURA PARA TODOS, compartiendo los requerimientos necesarios para la zona de Cuyo. La única manera de sortear estas dificultades es con organización profundización de demandas de las y los productores. Conocer la realidad es la prioridad para empezar el desarrollo de la búsqueda de soluciones. Hoy la lucha se centra en las políticas públicas para acortar la brecha que genera las distancias, como el acceso a la conectividad para desarrollar un modelo agroalimentario productivo y sustentable inclusivo.
Una de las productoras de San Luis que sintió la necesidad de organizarse y alzar la voz como mujer rural, es Rosa Elizabeth Amieva. Esta mujer de 54 años con la que tuve la oportunidad de charlar es productora diversificada y vive actualmente en la zona rural. En la charla pude percibir su amor por el campo, a pesar de las dificultades con las que se encuentra día a día por la falta de agua potable en la zona y por las fuertes heladas que provocan pérdidas y deterioro en las infraestructuras de la producción. Ella, como muchos otros trabajadores, está presente en la formación de los bolsones que son con producción local, sin agroquímicos y que llegan a todos los vecinos de su localidad. Eli como la conocen, es una mujer cálida que mantiene el orgullo y lleva consigo la bandera de la vida en el campo. Es lo que ama hacer, acompañada por su esposo mantiene a los animales, la huerta y ella es la encargada de realizar los dulces caseros artesanales que según cuenta los elabora en fuego cocido a leña. A mi entender un manjar inigualable.
Su vida fue a partir de la lucha, como mujer desde muy joven pasó por las adversidades más crudas. Después de muchos años, hace 13, tomó sola la decisión de vivir en el campo que era de su madre. Hoy campo adentro se siente refugiada en su hogar y desde allí le hace frente a las luchas diarias. La falta de agua dulce es una de las demandas que pudo lograr batallando por las necesidades. En el 2013 pudo acceder a la corriente eléctrica en su casa y a fines del 2015 el agua del acueducto. Aun así ella dice que sus mejores años los vivió en el campo y veo realmente que hoy esta mujer empoderada alza la voz como representante del FRENTE PRODUCTIVO NACIONAL, también es titular en la Mesa Caprina y suplente en la Mesa ovina de la provincia. Gracias a esto actualmente forma parte del Observatorio Provincial de la Mujer representando a la mujer rural y campesina. Ella más que nadie puede dirimir las necesidades de un sector que pelea por la dignidad laboral y por las condiciones de vida adecuadas. Sigamos el ejemplo de mujeres como estas, acompañemos en las palabras y en la lucha.
Dulce de Pera
Necesitás:
- 1kg de peras
- 500 gr. De azúcar
- Agua c/n
Pele las peras “pintonas” (no maduras), quíteles las semillas y córtelas en trozos. Póngalas en una cacerola, cúbralas con agua y lleve al fuego. Hiérvalas hasta que estén tiernas. Cuélelas y reserve el agua. Pese las peras y resérvelas. Ponga en otra cacerola igual peso de azúcar y, por cada 1/2 kilogramo medido, 1 taza del líquido donde hirvieron las peras. Lleve al fuego hasta que el azúcar se disuelva. Agregue las peras y cocine a fuego suave, revolviendo cada tanto, hasta obtener la consistencia de mermelada.