Alrededor de la estación se asentaron algunos pobladores pero nunca llegó a consolidarse como pueblo. Debe su nombre a la forma de apilar manualmente el forraje en el campo para los animales. El modesto paraje se quedó completamente vacío con el cierre del ferrocarril y mas tarde con la escuela 44 en 1998 que era lo único que le daba vida.
Hoy Las Parvas es un pueblo fantasma. No hay personas ni tampoco caminos para llegar a ella. Si se quiere visitar la estación se deben recorrer 500 metros por las vías hasta acceder a un predio abandonado y tapado por las plantas y hermosas palmeras.
(Clubes de la Provincia de Buenos Aires)