Con el ciclo 2019/20 de trigo de Argentina prácticamente finalizado y con escasa mercadería por comercializar internamente, el mercado aguarda expectante el ingreso del cereal correspondiente a la nueva campaña comercial 2020/21.
En este sentido, aun no hay certezas respecto a los rendimientos a obtener por la cosecha fina ante la preocupante falta de agua que repercutió en el normal desarrollo del cultivo, lo cual en términos comerciales ha ralentizado la concertación de negocios de la nueva campaña.
Si se observa el estado del cultivo de trigo para la última semana hasta el 5 de noviembre publicado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, a nivel país nada menos que el 40,7% de las hectáreas sembradas de trigo se encuentran en un estado entre regular y malo. El restante 59,3% logró mantenerse en condiciones más favorables.
Tomando como referencia el ciclo 2019/20 en el mismo momento, el área sembrada de trigo pan que se encontraba en un estado entre regular y malo se ubicaba en 29%, muy por debajo del registro actual.
En cuanto a las provincias productivas de mayor relevancia, Buenos Aires es la zona triguera por excelencia representando el 40% de la superficie sembrada de trigo en Argentina.
En este sentido, con apenas un 15% del área implantada en un estado regular-malo se espera que logre compensar sólo parcialmente la caída en los rendimientos de otras regiones del país.