Esta batalla enfrentó a los argentinos y la flota anglo-francesa el 20 de noviembre de 1845. Los invasores eran superiores en naves y hombres por lo que terminaron imponiéndose. Pero la defensa argentina fue tan valiente y decidida que ha quedado en la historia como un ejemplo de la defensa de la soberanía.
En el sitio donde se llevó a cabo el enfrentamiento hay monumentos alusorios, que sumados a la belleza natural hacen del lugar un magnífico escenario para conocer.