Esa no era vida.
La mesa estaba llena de dulces y recuerdos,
reían y cantaban,
la tormenta había pasado,
las interminables noches,
los llantos y los pedidos de auxilio.
Puertas que se cerraban y la vulnerabilidad a pleno.
La mesa estaba llena de testimonios y de exclamaciones de alivio:
¡De la que nos hemos librado!
Es una tarde más,
un anochecer más,
un abrazo más,
una caricia más,
un amanecer más …
La mesa estaba llena de risas, proyectos,
y una grabadora que dejaba escuchar una voz loca y divertida,
que decía:
“Si de esta no salgo, rían y canten en mi memoria,
porque yo estaré bien,
esa no era vida”
La mesa sigue llena de dulces, recuerdos,
testimonios, exclamaciones de alivio
de risas y proyectos
y de una voz loca y divertida
que quedará en la memoria.
MACHÉ
#nosqueremoslibresysinmiedo