(Por Marina Suárez, Técnica en criminalística y criminología)
María Soledad era una chica de barrio, de un hogar humilde, sencillo y decente, con padres cuidadosos y responsables que le dieron muy buena educación familiar y escolar. Dotada de un buen aspecto físico, era natural, simpática y alegre, carácter fuerte y decidido, capaz y buena compañera, se distinguía por su alegría contagiosa. Así la consideraba la gente que la conocía.
La mañana del lunes 10 de septiembre de 1990, obreros de Vialidad Provincial descubrieron el cadáver en un zanjón, al costado de la ruta nacional 38 (primer testimonio). Carlos Vergara declaró que entró a trabajar a las 7 y que a las 9 cuando iba a buscar pan hacia la ruta, vió el cuerpo tirado (segundo testimonio). Dió aviso a sus compañeros, que fueron hasta la casa de la vecina Herrera y llamaron a la policía. Sin embargo hay policías que declararon haber llegado al lugar entre las 8 y 8.30hs cuando les avisaron, lo cual no concuerda el horario declarado por Vergara, quien junto a sus compañeros llamaron a la policía después de las 9hs. ¿Quién miente? O ¿que hacían los policías en la escena antes de que les avisaran que debían ir a ver un cuerpo encontrado? Ya en el comienzo cuantos interrogantes, dudas y mentiras,
Según Ramón Ormello afirmó que a las 8.15hs venía con su bicicleta hacia la ciudad cuando vió un cuerpo y se ofreció como testigo.
A las 7.30 hs el fotógrafo pericial recibió la orden de presentarse en el lugar. La bioquímica Vera de Albornoz convocada en la morgue a las 9hs. Por lo tanto sigue habiendo discrepancias en los horarios, ya que no tenemos certezas del horario de hallazgo.
El cadáver estaba en la zona de Villa Parque Chacabuco a la entrada de Parque Daza, a unos 7 km de la capital provincial de Catamarca; a simple vista las lesiones que tenían eran tantas que iba a ser difícil identificarlo.
El lugar se llenó de policías y de curiosos que anduvieron de un lado para el otro alterando la escena. Es decir primer error grave, faltó cerrar el lugar donde estaba la principal evidencia (el cadáver) no hubo resguardo de la misma; solo debía haber un consigna policial cuidando el lugar hasta el arribo de los peritos y personal idóneo para levantamiento de evidencias para la investigación. Por lo tanto todo estaba alterado dificultando poder llegar a la verdad. En el lugar de hallazgo había manchas de sangre y seguramente más material genético que al verse alterado se pierde como evidencia y aquella que no esté depositada en un soporte acorde a la evidencia tomada, de nada sirve la cadena de custodia ya que por sí misma la prueba se altera (por ejemplo no podemos poner ropa mojada en bolsa de plástico, ya que la misma se alteraría con las bacterias que genera la combinación plástico-sangre y sin mencionar si está a altas temperaturas). Mas alteraciones de la escena tienen que ver con las colillas de cigarrillos que dejaron los policías, huellas borradas al remover el lugar. Y lo que más llamaba la atención es que con el rostro totalmente desfigurado, el cuero cabelludo arrancado y esparcido a unos metros del cuerpo, un policía de alto rango decía que era Maria Soledad, sin lugar a dudas que había que ocultar un crimen cometido por personajes del poder de la época y a policías; claramente queda en evidencia un Femicidio cometido por “hijos del poder” provincial “Los Saadi”(en ese momento), quienes a partir de este suceso comienzan a ver el fin del poder.
A pesar de toda la lucha y marchas de los Padres, la Hna. Martha Pelloni, amigos y conocidos de María Soledad, solo Fueron condenados dos personas, Luque y Tula, quienes ya están en libertad y de hecho Tula se recibió de Abogado.
Pasaron 30 años y está tan presente como si el hecho hubiera ocurrido hoy y aun la justicia no ha mejorado, quienes llegan al poder nada los frena, nada los detiene, fueron, son y serán quienes con fines de satisfacer necesidades de placer y perversión no respetan la vida del prójimo, ni los derechos de nadie.
