(Por Prof. Fernando “Cocó” Maineri)
Actualmente todos los deportistas de alto rendimiento, y aun los de ligas menores, afinan su preparación para la competición mediante trabajos de musculación como acompañamiento.
Ciertos deportes exigen una preparación muscular más específica e intensiva que otros, pero todos los deportistas se benefician antes o después si practican la musculación en una sala, o gimnasio.
Al hablar de especificidad, hay que recordar que cualquiera que sea el deporte que se quiere practicar, la musculación de acompañamiento deberá incluir los puntos clave de la motricidad: espalda, hombros, zona media, tren inferior (muslos).
El refuerzo muscular es el paso obligado hacia la buena forma y salud física.
La especificidad del entrenamiento muscular no consistirá en reproducir el gesto deportivo en el gimnasio con peso, sino en solicitar más particularmente ciertos grupos que entran en juego en tal o cual deporte.
Intentaremos en este artículo conozcas algunos detalles específicos de cada deporte en el acondicionamiento físico general.
Futbol: el futbolista necesita muslos sólidos, una zona media muy dinámica, y tiene que protegerse de las lesiones musculares mediante el mantenimiento de ejercicios de movilidad, coordinación y flexibilidad. Trabajos de abdominales en zona media, anterior y posterior (lumbares).
Muslos, sentadillas, estocadas, sillón de cuádriceps, puentes, trabajos a un pie.
Espalda y lumbares, paravertebral en todas las aceleraciones. Una espalda solida te protegerá la columna vertebral.
Rugby: Gran parte de los jugadores de rugby tendrán prácticamente las mismas necesidades que los futbolistas en lo referente a muslos y zona media. Pero el juego de contacto exige una espalda y hombros muy reforzados. Unos brazos fuertes serán útiles para arrancar balones en los agrupamientos, tanto así como la musculatura del cuello, trapecios, evitará lesiones cervicales. En este deporte no existen ejercicios librados al azar, entrenamiento de todos los grupos musculares y al trabajo de carga, la dinámica (aceleraciones y desaceleraciones).
Judo: teóricamente un deportista completo, necesitará potencia en la totalidad de su cuerpo. El judo, la lucha, es el deporte que sacara más provecho de la musculación. Todos los grupos musculares deberán ser trabajados a fondo, en fuerza, y resistencia.
Necesitará: apoyos dinámicos y estables en el suelo.
Una zona media poderosa y flexible.
Una espalda fuerte para realizar los gestos específicos y para la protección del raquis.
Brazos y antebrazos sólidos para los agarres,
Hombros flexibles y potentes para la transmisión eficaz de las energías y prevención de accidentes, caídas.
Un cuello protegido por una espesa funda muscular.
Es indispensable la flexibilidad general del conjunto de masas y articulaciones.
Golf: La rotación del eje de caderas, pelvis, tronco, hombros deberá estar bien preparada, flexibilizada y estable muscularmente.
Mucha movilidad y flexibilidad, fortalecimiento de zona media y pivot. Hombros y refuerzo de rotadores.
Equitación: El hecho de realizar la actividad con un animal, hace que la preparación esté adecuada a esta actividad, ya que los movimientos no son exclusivamente los que uno desea, sino a veces hay que responder a otros inesperados. Es muy importante el trabajo de zona del tren inferior, muslos y la estabilidad del raquis para soportar las variables del deporte. Es necesario un trabajo en isometría y estabilidad de cada grupo muscular.
La escalada: La primera cualidad no es la fuerza, sino la flexibilidad y el relajamiento que van a ser un papel psicológico en el dominio de una situación de riesgo y un papel mecánico en la prevención de calambres y contracciones. Si es necesario el desarrollo de la fuerza y la resistencia en tracciones, mucha intervención de la cadena de flexores del brazo. Como lo es el deporte utilizar la carga, el peso, del propio cuerpo en diversos ángulos.
Tenis: Existen numerosos traumatismos debido a su práctica intensa en relación a la Asimetría del gesto que provoca un desequilibrio estático. Los movimientos bruscos sobre diferentes superficies y las ondas de choque generadas en la raqueta repercuten en lugares claves en la motricidad; tobillos, rodillas, pelvis, espalda, hombros, codos.
La prevención de posibles tendinitis y lumbalgias, consiste en reequilibrar las masas musculares abdominales, dorsales, estirar músculos y tendones para favorecer la amplitud articular, reforzar los puntos sensibles (brazos y antebrazos para el codo, muslos para las rodillas y hombros)
Muchos trabajos de rotaciones y pivot. Estiramientos de hombros. Estabilización de la pelvis. Enderezamiento de la espalda. Rotadores del brazo.
Ciclismo: es de mucha importancia el gesto postural, ya que los periodos de tiempo transcurren en una posición fija. Principalmente el trabajo de ten inferior, muslos y gemelos.
Zona media anterior y posterior fuerte, Brazos en tensiones isométricas y tren superior para postura y mantenimiento dinámico.
Dedicarle el tiempo necesario a la elongación, movilidad y relajación.