(Por Mónica Gómez)
Dejamos de ser niños y salimos al mundo repleto de tesoros acumulados. Vivencias, anécdotas juegos y risas, todas esas experiencias son las construcciones de los sueños a cumplir de grandes. Salimos al mundo, cargados de ímpetu, desobediencia, con la valentía de los héroes de los cuentos y con las enseñanzas aprendidas, observando desde abajo a todo lo que nos rodeaba. Salimos con los bolsos repletos de esperanzas, convencidos de que aquellos juegos llegarían a ser los propósitos de adultos. Salimos al mundo para cambiarlo.
Tener una idea, llevarla a cabo, esforzarse y que ese sueño sea el grano de arena para un gran cambio, fue la semilla que dio rienda a Épicos. Esta empresa familiar, llevada adelante por 4 primos que soñaban con un mundo mejor y con el cuidado de la naturaleza, es hoy una invitación al cambio del modelo productivo alimenticio. Convencidos de que ese cambio, es necesario y óptimo, planificaron el funcionamiento de una red de producción agroecológica sostenible y rentable. Su trabajo en la producción de alimentos es totalmente lineal y abarcativo, están involucrados desde la plantación de la semilla hasta la distribución y venta del producto empaquetado. Su responsabilidad es acompañar a los productores en la transición de una agricultura convencional, a otra, orientada a la agroecología, donde sea rentable y siempre cuidando el medio ambiente. Desde el momento que el dueño de los campos se pone en contacto con ellos, se asocian, cultivan en conjunto, le dan Valor agregado a sus productos y lo venden en el país. Se dicen de ellos mismos “asesinos de excusas”.
Desde niños compartían ese valor, crecieron con las ganas de cambiar el mundo y hoy el “espíritu de Épico” es lo que un día Ignacio, Tobías, Lucas y Ramón desearon ser. Los cuatro revolucionarios, desde chicos, compartían viajes familiares en donde el amor por la naturaleza creció de la mano de cada uno de ellos. Las visitas al campo de su abuelo en San Luis y los viajes a la Patagonia dieron origen, tal vez en alguna charla, a este ambicioso proyecto de cambio. Ya siendo adultos y con lo aprendido, su amor por la tierra, al campo y el deseo de respeto por los alimentos, este equipo, nos invita a todas las personas a ser parte de la construcción de un mundo más cuidado transformando la mecánica de producir alimentos. Nunca estuvieron conformes, y no logran sólo un interés propio, soñaron y sueñan en grande, anhelan generar un modelo replicable que se extienda por todo el país. Trabajan día a día haciendo historia para extinguir un modelo de producción establecido hace más de 100 años, son ellos y sus poderosos ideales transformadores, la manera de hacer más con lo que la tierra les brinda.
Su camino recorrido, esos sueños que no siempre a veces llegan a ser lo que esperaban, las piedras en el andar, los tropezones, las caídas, todo eso es Épico. La esencia misma de cuatro revolucionarios que tiene el simple y vital propósito de cuidar el mundo. Aun así en las derrotas continúan con perseverancia y pujan diariamente con la satisfacción de que la tierra siempre devuelve con abundancia. Su alma está en cada paquete de harina que espera en la góndola, en ese alimento que trae consigo el amor, dedicación y trabajo de los cuatro que caminan cada paso como logros inmensos que la vida les regala. Son parte de la misma familia, se criaron juntos, son mejores amigos, y ahora asumen el desafío del llamado interno a la acción.
