Solo la horticultura y la producción de maní, dos de las 19 actividades medidas por el “Semáforo” de CONINGRO, que engloba a las economías regionales, mostraron “prosperidad” en mayo último, mientras que siete, de esas actividades, tuvieron indicativos positivos, consignó el informe, correspondiente las mediciones de mayo de 2020, que se publicó este fin de semana.
En la línea roja se encuentran las producciones ovinas, porcinas y el cultivo de algodón. Tres son las actividades que muestran signos de crisis.
Esta herramienta sirve para que el productor agropecuario pueda hacer un seguimiento de los indicadores que se analizan.
El relevamiento de las 19 economías regionales monitoreadas por el área de Economía de CONINAGRO, muestra cifras que surgen del análisis realizado durante el mes de mayo de 2020. El “Semáforo de Economías Regionales” busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo desde una herramienta visual de análisis.
En la categoría de prospera, las hortalizas se vieron beneficiadas por la alta volatilidad que mostraron los precios por un cambio de hábito por parte de los consumidores, como consecuencia de la cuarentena. La producción de maní también ocupa el mismo podio por las buenas perspectivas de precio y un mercado demandante, pero la actividad esta floja en materia de superficie, que se debería recuperar.
Entre las actividades en crecimiento se encuentran la avicultura y los huevos, que a noviembre de 2019 no tienen techo y se mantienen las exportaciones. La otra actividad que muestra signos de reactivación es la bovina en particular para la cría y el engorde. China ya se recuperó y los cortes Hilton todavía permanece en stand by.
Los cítricos y los dulces también muestran un buen comportamiento, con precios excepcionales que llegan al productor y se espera el arranque de la cosecha que está próximo. La mandioca también viene bien por el alto consumo.
La producción papera también muestra síntomas de crecimiento, en particular el que tiene como destino el consumo y la actividad muestra consumo sostenido, pero la industria plantea algunos interrogantes. Las peras y las manzanas, por primera vez, desde 2018 también mostraron síntomas de crecimiento.
Saldo negativo
Las producciones que enfrentan una situación crítica son la actividad algodonera, muy afectada por la baja actividad; en una situación similar se encuentra la producci{on ovina, que viene con precios muy bajo y una actividad exportadora casi nula, como consecuencia del impacto que le propicio la pandemia de Covid 19.
Un camino similar recorre la porcinocultura que se agrava día a día con un destino incierto y pareciera que hoy esa producción no tiene destino, situación que se contradice con lo planteado hasta fines del año pasado.
Mientras tanto, la producción de miel, junto al tabaco, los vinos y los mostos se encuentran en alerta con las luces amarillas encendidas. En el caso de la miel, las exportaciones están en retroceso, no es una buena señal.
El segmento tabaco que a partir de mayo tiene nuevos precios, espera una definición del Fondo Nacional del Tabaco. Vinos y mostos, si bien están en alerta, pero por ahora se mantienen por encima de la línea de flotación, porque mejoró el consumo en segmentos específicos, aunque la situación de la actividad muestra un dejo de incertidumbre.
(Noticias AgroPecuarias).