(Por Mónica Gómez)
La motivación por el cambio en la producción agraria es el impulso que muchos productores encuentran actualmente. El camino de la agroecología está presente y lleva a cuestionar a cada uno, como agentes de esta sociedad, si las prácticas que hasta ahora se realizaban son las ideales para nuestros alimentos. Muchos son los que van siguiendo esa línea, generada por una toma de conciencia colectiva. Llegar a ese cambio resulta un tanto incierto si este proceso no es acompañado por las personas idóneas. Al mismo tiempo la demanda de los productos agroecológicos es enorme y el mercado no la llega a cubrir en su totalidad en cada lugar.
La creación de “Finca la Azada” como huerta agroecológica es un proyecto que viene de la mano de tres amigos que percibieron la necesidad de la población de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires, de consumir productos agroecológicos. El inicio de este proyecto unió a Piero D’annunzio, Agustin Barbera y Eugenio De Cortazár principalmente promovidos por la propia necesidad.
Estos productores tomaron el desafío de emprender la producción en un espacio que no contaba de ante mano con las condiciones para producir verduras. El trabajo diario en la finca es compartido y se hace fuerte a medida que la producción crece ya que la demanda existe y es notoria. La localidad de 3 Arroyos cuenta con huertas y quintas destinadas a la plantación de verduras, aun así estas presentan un manejo convencional de producción. Otra de las cuestiones por la que llevan adelante este proyecto es para afianzar los lazos de comercio con los consumidores. Dando la seguridad de que ese alimento cumple las normas agroecológicas y, que quienes se encuentran por detrás son productores fieles a esa línea, favoreciendo las poblaciones cercanas. Si bien la zona del sur de la provincia de Buenos Aires cuenta con un gran caudal de productores agroecológicos, estos son a gran escala destinando a todo lo que sale de la tierra desde esa zona directamente para exportación.
Esta sociedad de amigos se crea en principio para ser un estímulo en el desarrollo de estas propuestas fomentando el consumo local, el crecimiento productivo y las nuevas alternativas de comercios como ferias o ventas en quintas. Atendiendo a la gran demanda cada vez son más los que se involucran en proyectos como “Finca la Azada”. Así se convierte en un modelo de cambio para aquellos productores que comenzaron a rediseñar el proceso de producción en sus huertas.
Por el momento el despacho de los productos se realiza por bolsones, ya que se maneja de forma sostenible, aprovechando la variedad de vegetales que se cosecha, dándole al consumidor un surtido de productos que garanticen la sustentabilidad, la estacionalidad y la frescura.
Está claro que para muchos la agroecología es un estilo de vida que puede llegar a convertirse en una acción constante para el cambio ambiental. Este fue un proyecto que los tres tenían en mente, y más allá del espacio donde lo realizan, ya se estaba gestando en el interior de ellos. Para quienes la necesidad de un cambio era inminente porque están convencidos que con muy poco espacio de tierra se puede llegar a realizar grandes cosas y cuando muchos hagan un poquito estimulan el crecimiento en masa.
Debido a que los bolsones de muchas huertas agroecológicas llegan repletos de una variedad de verduras que no sabemos cómo emplearlas en la cocina, hoy te traigo una receta de hinojos que te va a encantar:
Ensalada de hinojos grillados
Necesitas:
- Hinojos 2
- Queso crema 120gr.
- Dátiles c/n
- Nuez 50gr
- Cebolla morada
- Variedad de hojas verdes
- Limón 1
- Sal, pimienta y aceite
Procedimiento:
Lavar bien los hinojos. Cortarlos en cuartos. Ponerlos en una placa con aceite de olivda para grillar. Dorar los hinojos por las 3 caras. Deben quedar dorados por fuera y crocantes por dentro. Realizar un colchón con las hojas verdes, las cebollas cortadas en pluma, los dátiles y las nueces. Rayar por encima la cascara de limón y preparar una vinagreta con la sal, el queso crema, el jugo de limón y el aceite.