El lunes entraría en vigencia la obligatoriedad del uso de este elemento de protección en ámbitos públicos como así también en los vehículos en los que se trasladen dos o más personas.
aulatinamente, el Gobierno nacional es asesorado en las medidas que se deben tomar según la época en la que se encuentra el país, y cómo avanza la enfermedad. Entre las últimas decisiones, algunos distritos comenzaron a trabajar en la obligatoriedad del uso de barbijos.
En ese sentido, la Provincia de Buenos Aires no quedó excenta, aunque aún se espera la medida formal que dé curso a la decisión. Sin embargo, desde los Ejecutivos nacional, provincial y municipales solicitaron la confección de «tapabocas» caseros para evitar los faltantes de barbijos indispensables para el personal de salud.
Las redes sociales estallaron ante esta propuesta, con cientos de videos que demuestran la manera correcta de confeccionar uno casero. Hasta los jefes comunales se sumaron a esta iniciativa; sin embargo, no es menor aprender también sobre el correcto uso e higiene de los mismos para que esta medida no sea en vano.
En ese sentido, desde la OMS y la OPS dieron a conocer algunos puntos esenciales para el correcto uso: previo a colocarse la mascarilla siempre hay que lavarse las manos, de lo contrario, llevaremos las bacterias que contenemos en las mismas al protector y perderá sentido su uso.
Para que la misma quede colocada de la manera adecuada debe tapar tanto nariz como mentón. Si es posible, la separación entre nariz y ojos debería quedar cubierta por la tela, para evitar que el virus ingrese por la parte superior del barbijo. Además, no debe haber espacio entre el pómulo y la finalización del barbijo: para ello, sólo bastará con ajustar las tiras lo más posible según la comodidad de cada usuario.
Finalmente, no hay que tocar la mascarilla en el momento en el que nos encontramos en la calle. Luego, a la hora de sacarla, si es de un sólo uso, se debe descartar en una bolsa, dentro de un cesto de basura, y si es reutilizable, debe lavarse inmediatamente para evitar que las bacterias queden impregnadas en la tela.
(Grupo La Provincia)