La pandemia del coronavirus provocó una baja generalizada de todos los mercados que no dejó afuera al mercado granario, aunque lo afectó en menor medida que al petróleo y al mercado financiero.
Si hacemos un resumen de todo lo que pasó en los mercados desde el primero de enero de 2020 hasta ahora, podemos nombrar en los primeros días del año el ataque a Irán de Estados Unidos que llevó al petróleo a los 60 u$s/barril. Pasando luego a la firma de la fase uno del acuerdo entre Estados Unidos y China, en donde se esperaba una mejora de los valores percibidos de los granos por un incremento en la demanda. Al mismo tiempo comenzaban las noticias de un virus que estaba afectando a parte de la población de Wuhan (China), que llevó a un cierre total de la cuidad y la construcción de un hospital en una semana. A partir de este momento los mercados comenzaron a reaccionar con gran volatilidad, a la baja.
Desde comienzos de marzo la preocupación mundial y los problemas económicos que derivan de la pandemia no dan tregua. Las noticias de la propagación del coronavirus en todo Europa, con epicentro en Italia y España, sumado al incremento de casos diarios en Estados Unidos llevó a que la FED decidiera disminuir la tasa de interés de referencia a un rango entre 0% y 0,25%, situación que no ocurría desde diciembre de 2015. Esta medida busca reactivar la economía o evitar una mayor paralización de esta. El gobierno de Trump como otros tantos países se encuentran otorgando estímulos económicos para contrarrestar los efectos del coronavirus.
En cuanto a los mercados propiamente dichos, el Dow Jones (este índice refleja el comportamiento del precio de las acciones de las 30 compañías industriales más importantes y representativas de Estados Unidos) cotizó a la baja en Wall Street, alcanzando valores de 19.050 puntos; el menor valor desde que Trump asumió como presidente.
Las monedas, en su gran mayoría, se depreciaron frente al dólar. El real alcanzó un récord de 5,2 Reales/dólar. El dólar index nuevamente se posiciono por encima de los 100, reflejando que los inversores buscan activos más seguros en el escenario actual. El petróleo se redujo un 60%, pasando de 61 u$s/barril (1ero de enero) a 25 u$s/barril. El 18/3 el crudo alcanzó los 20,3 u$s/barril, su valor más bajo desde hace 18 años. Las noticias sobre una sobre oferta de los países productores de la OPEP sumado a los efectos del coronavirus generan presión a las cotizaciones del petróleo.
Esta fuerte baja tuvo su impacto en los precios del maíz en el mercado de Chicago, debido a la elevada correlación que tiene este commodity con el cereal. También la reducción de la demanda del complejo de etanol redujo al maíz a su nivel más bajo en 14 años. Actualmente la posición más cercana oscila los 135 u$s/t, por debajo de los 150 u$s/t de inicios del mes.
La posición más cercana de soja en Chicago alcanzó el valor mínimo registrado desde 2018 de 302 u$s/t., producto de la retracción de la demanda que ya se presentaba con atrasos y se profundizó aún más por efectos del coronavirus. En la última semana, cotizó al alza alcanzando los 317 u$s/t. y, recuperando las pérdidas de la semana anterior, principalmente por aumentos en el precio de los subproductos (aceite y harina) por las noticias del posible cierre de operaciones de los puertos en Argentina y la suba del valor del aceite de palma que fue acompañado por el de soja.
En Argentina, avanza la cosecha de los cultivos de gruesa con una proyección de soja de 52 mill. de t. y de 51 mill. de t. para maíz. El interrogante pasa por como finalmente impactará en la economía local todo lo que está sucediendo a nivel mundial. Los productores adelantaron ventas del ciclo 2019/20 debido a la expectativa a fines del año pasado de un aumento en los derechos de exportación, que finalmente sucedió. Con el correr de la cosecha tendrán que cumplir los compromisos, que en soja ascienden a 16,4 mill. de t. y, en maíz a 20,6 mill. de t., por encima del volumen comprometido a igual fecha del año anterior.
Los precios del maíz a nivel local no han sufrido grandes bajas en comparación al mercado internacional, principalmente a la tracción de la demanda. El promedio de la cotización abril-20, para los primeros 20 días de marzo, fue de 140,7 u$s/t. levemente por debajo de los 143 u$s/t. del mes de febrero.
Diferente es lo que ocurre con soja, en donde la cotización mayo promedió a la baja en el último mes, afectado por la suba de los derechos de exportación al 33% y, la baja en el mercado internacional. La misma alcanzó un promedio de 217 u$s/t. en marzo, desde los 226 u$s/t. del mes anterior.
En las próximas semanas se vislumbrará cuál es el verdadero efecto de la pandemia no solo en los mercados sino en la economía de los principales países. A nivel local, las necesidades financieras del productor serán las que determinen en mayor medida las decisiones de venta.
La estrategia de las empresas agropecuarias dado el gran volumen con precio cerrado actual frente a lo acontecido campañas anteriores (14,8 mill. de t. en maíz 19/20 vs 10,1 mill. de t. 18/19 y 9 mill. de t. soja vs 2,4 mill. de t. 18/19) se centrará en avanzar con ventas de maíz y trigo, y posponer lo que quede de soja sin vender para el segundo semestre, esperando una mejora en el precio de la oleaginosa dada la volatilidad que puede brindar el climático estadounidense y las necesidades de la industria local.
Por Catalina Ferrari, Analista de mercados de AZ Group